? Fran, 47 años, es comercial. Pese a ser el único en su familia con problemas de alopecia, no le suponía ningún trauma. Aún así, reconoce que le gusta «verse bien» y empezó a buscar información cuando la caída de pelo se acentuó y el problema empezó a «incomodarle». Se documentó en Internet sobre Turquía pero llegaron las dudas: «no es un clínica que tengas al lado de casa, es irte lejos y eso de las garantías... porque piratas hay en todas partes», hasta que conoció un caso real a través de un amigo común. El famoso «boca oreja» funcionó y a la semana estaba volando hacia Turquía. «Arriesgarse es mejor que arrepentirse», dice que pensó y ahora, a casi seis meses de la operación, piensa en todo menos en arrepentimiento. «Tengo una satisfacción personal enorme y ha sido una de las mejores inversiones de mi vida», le dice a todo aquel que quiera escuchar su caso.