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Reclamaciones

Oleada de quejas contra la complejidad del nuevo examen del C1 de valenciano

La conselleria defiende la idoneidad de la prueba, mientras los alumnos critican que se pida un nivel "propio del Superior"

Oleada de quejas contra la complejidad del nuevo examen del C1 de valenciano

Un total de 18.736 personas estaban matriculadas en el nuevo examen del nivel C1 de valenciano, el antiguo Mitjàque el sábado estrenó la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV) adaptado al Marco Común Europeo de las lenguas (MCER).

Los cambios introducidos han desatado una oleada de quejas por parte de algunos aspirantes que denuncian la «complejidad» de los textos de la prueba. Concretamente, critican por «excesivamente técnico» el resumen del ensayo «Les lleis del caos» sobre el que tenían que interactuar, un artículo de la revista de divulgación científica Mètode de la Universitat de València.

Estos alumnos aseguran que el nivel exigido «es más propio del Superior (C2) que del SuperiorMitjà Estos aspirantes abrieron el sábado en una red social el grupo «Injusta certificació C1 Valencià» que ya cuenta con 753 miembros y plantean, además de reclamar ante la JQCV, interponer una queja ante el Síndic de Greuges. Paralelamente, en la tarde de ayer, iniciaron una recogida de firmas en internet con el lema «Solicitamos una prueba de Valenciano justa acorde con el nivel C1» que en pocas horas ya sumaba más de 1.600 firmas.

En esta solicitud, los estudiantes consideran que el nuevo examen «no se adecua al nivel exigido». «Las dos primeras partes del examen, no se corresponden al C1 puesto que el contenido es demasiado técnico y complejo», añaden.

«Como el texto fue recortado, encontrar la coherencia que pudiera unir sus párrafos con los huecos del mismo, fue una tarea imposible, pues personas especializadas en la materia no fueron capaces de sustraer el contenido ni en castellano», advierten. También critican a la Conselleria de Educación: «si ustedes abogan por el impulso de la lengua con este tipo de exámenes y eliminando una convocatoria al mismo precio, es el camino pero hacia la incongruencia».

El director general de Política Lingüística de la conselleria, Rubén Trenzano, atribuye las quejas al cambio del paradigma del examen, pero niega que sus contenidos no se adapten al nivel C1.

«Es verdad que la prueba no tiene nada que ver con lo que se hacía hasta ahora», reconoce. Pero, añade, «se adapta totalmente al nivel C1 y es igual a las que hacen las escuelas oficiales de idiomas (EOI) y universidades».

Pleno de la Junta Qualificadora

Trenzano subraya que el examen «se ha testado en las aulas y está completamente ajustado al nivel que se reclama». No obstante, avanza que en julio convocará una reunión del pleno de la JQCV y se analizarán las quejas recibidas.

«El examen no es tan memorístico como antes, pues está pensado para que el alumno hable y escriba a partir de textos, y que aborde desde esta interacción la comprensión lectora, la gramática y la ortografía», dice. Cree que los alumnos perciben una mayor complejidad al aumentar la extensión del examen: «antes se podía hacer en una hora y ahora se necesitan más de tres, de ahí que se haya puesto un descanso de 20 minutos».

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