Italia celebra el desvío del barco como una "victoria'

El ministro del Interior italiano y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, celebró ayer el previsible cambio de rumbo del barco Aquarius de la ONG francesa Sos Méditerranée, hacia València, después de negarle desembarcar en Italia. «Victoria. 629 inmigrantes a bordo del barco Aquarius en dirección a España. Primer objetivo logrado», escribió el ministro populista en sus redes sociales.

Poco después, Salvini ironizó diciendo que la situación del Aquarius «se ha resuelto gracias al buen corazón del Gobierno español» tras conocer el ofrecimiento de València.

El ministro ultraderechista señaló que había dado la orden de trasladar a las mujeres y a los niños presentes en el Aquarius a un barco para llevarles a Italia, pero que «no recibió respuesta» por parte del barco.

Italia negó el pasado domingo dar un puerto al Aquarius , lo que originó un duro pulso entre ambos Estados europeos.

Europa regulará las emergencias

Por otra parte, el Parlamento Europeo debatirá mañana miércoles la gestión de las emergencias humanitarias en el Mediterráneo a raíz del caso del Aquarius.

En la apertura de la sesión plenaria en Estrasburgo, los eurodiputados decidieron por 212 votos a favor y 62 en contra incluir un punto de debate extraordinario para abordar la situación, a petición del líder de Los Verdes, Philippe Lamberts, apoyada por los socialistas. El debate se ha incluido en el orden del día del pleno con el título «Emergencias humanitarias en el Mediterráneo y solidaridad en la UE».

Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, destacó que la acogida del Aquarius rompe con la actitud de «mirar para otro lado» frente al problema de los refugiados en la UE.

Borrell afirmó que está «todo preparado» para dar acogida no solo al barco, sino a los inmigrantes que van en él, pero no sabe qué procedimiento «se va a seguir después». En todo caso, «por lo menos no se van a ahogar», puntualizó el ministro.

«Es un problema que es de todos, no un año de Grecia, al año siguiente de Italia y puede que nos toque a nosotros dentro de poco», explicó el ministro. «Esta decisión de España es un acto simbólico pero efectivo» para poner de relieve ante el Consejo Europeo que hay que enfrentar de manera «solidaria y coordinada el problema de los refugiados», añadió Borrell.

Las instituciones políticas europeas celebraron la decisión del Gobierno. «Acogemos con satisfacción la decisión de España. Los gobiernos europeos tienen que mostrar más solidaridad en la gestión de la llegada de refugiados», indicó el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland.