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Política

La tensión constante revela que PSPV y Compromís ya buscan diferenciarse

La coalición teme que la mayor beligerancia sea una estrategia socialista para justificar el adelanto electoral - En el partido de Puig insinúan que a Oltra le interesa que Sánchez intervenga las cuentas

Los desencuentros entre PSPV y Compromís, acrecentados en esta última semana de forma ya indisimulada, han puesto en evidencia la necesidad que tienen los dos partidos que gestionan la Generalitat de desmarcarse y subrayar sus posiciones políticas y de gestión a poco más de seis meses de las elecciones.

La bronca entre los socios en el pleno del Consell del viernes por la forma de controlar los pagos en la Conselleria de Sanidad, las críticas de la vicepresidenta, Mónica Oltra, por la falta de información sobre los presupuestos, que la Conselleria de Hacienda niega; el hecho ya evidente esta semana de que Compromís ha puesto al Gobierno de Pedro Sánchez en la diana por sus compromisos «inconcretos» con los valencianos o la acusación de deslealtad de Compromís a PSPV tras el anuncio unilateral de una propuesta para rebajar el listón electoral al 3% muestran el tenso momento que vive ya el bipartito.

Si se suman las desavenencias de este verano por el voto a favor del conseller Soler en el Consejo de Política Fiscal y Financiera o la bronca por las competencias de violencia de género entre Oltra y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, el cóctel es explosivo.

Críticas por la desinformación

Fuentes de Compromís aseguran abiertamente que la Conselleria de Hacienda se ha convertido en un problema para el resto de departamentos y reprochan que a una semana de presentar el presupuesto escasee tanto la información. En el departamento de Soler responden que han dado datos más que suficientes, tanto en el Consell del viernes como en las rondas de información por las distintas consellerias.

Pero en Compromís insisten en que desde Hacienda se aplica un doble rasero que ha ido a más con el paso de los años y que no se ven igual las necesidades de la Conselleria de Sanidad (PSPV) que las de Igualdad (Compromís). «A nosotros nos piden continuos informes por la dependencia y llega Sanidad y le permiten ampliar pagos y quieren quitar la fiscalización», afirman en Compromís. En el departamento de Soler responden que la conselleria que más ha crecido en estos dos años, de forma muy llamativa frente a las otras, es la de Igualdad por el esfuerzo para actualizar los pagos en dependencia, un 22% más desde 2016. El doble que Educación, la segunda.

También juegan las encuestas

Entre los socialistas apuntan que las encuestas que pronostican el ascenso del PSPV por el efecto Sánchez han puesto muy nervioso a Compromís y creen que el bloqueo del viernes a cambiar el sistema de pagos en Sanidad es la evidencia incluso de que un escenario de intervención de las cuentas (si se acumulan dos meses con más de 60 días en el pago a proveedores) puede interesar a Compromís porque perjudicaría la imagen del Gobierno de Sánchez. Y en la coalición, por contra, no descartan que el aumento de la beligerancia socialista sea un pretexto para adelantar las elecciones autonómicas.

En Hacienda mantienen que el período medio de pago está ya al filo de la navaja de los 60 días y no quieren jugársela y por eso necesitan agilizar los pagos. Tanto que van a poner en marcha un plan de urgencia para visar 32.000 facturas, aunque esos funcionarios ya no podrán dedicarse a otras funciones, lamentan. De ahí la necesidad de cambiar la fórmula en el control de pagos, defienden, también por la complicada mochila que se heredó del PP, y después de que Compromís haya bloqueado esa modificación. Diferencias de gestión que se suman a decisiones estratégicas de PSPV y Compromís de las que se deducen ya de forma nítida maniobras electoralistas.

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