La cita electoral del 28A puede ser, esta vez sí, la del salto del Partido Animalista a las instituciones. Las estimaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas hablan de hasta dos diputados para el Congreso de los Diputados, uno por Valencia y el otro por Barcelona. Su crecimiento ha sido lento, pero progresivo desde 2004, cuando alcanzó los 45.000 votos para situarse en los 285.000 hace tres años. Su rompedora campaña habla de una «re-evolución» frente a la «involución» que reprochan a Vox. Raquel Aguilar, su cabeza de lista por Valencia, no oculta su alegría por los pronósticos, aunque también se muestra muy cauta. «Las encuestas hay que cogerlas con pinzas, sobre todo con tanta indecisión», advierte. Es consciente de que su discurso sumará más adeptos en esta ocasión también «como contrapunto» a las propuestas de la formación que abandera Santiago Abascal. «Se juntan las dos cosas, el crecimiento nuestro por sí mismo y como antítesis a esas ideas de Vox, tan opuestas a lo que defendemos», señala Aguilar.
Para los poco iniciados en el Pacma, explica que su lucha contra el maltrato animal no es excluyente con las políticas a favor de las personas. Medio ambiente y justicia social forman parte de su corolario en el camino hacia una representación parlamentaria que hable por los que no pueden hacerlo. «Los animales están en la mitad de los hogares, pero no votan, claro», admite. «En la defensa de los animales hay un vacío legal», comenta, para remarcar: «nuestras ideas no las lleva ningún otro partido». Aguilar defiende que las personas «somos la mitad de compasivos que los animales». «Nos dan mil patadas en muchas cosas», comenta.
Si las encuestas del CIS les dan serias opciones de lograr representación nacional, está convencida de que las urnas del 26M podrían impulsarles también al parlamento europeo. Sin embargo, la barrera electoral del 5 % dejaría fuera de las Corts Valenciane a un partido que ha venido trabajando desde sus inicios «sin apoyos ni subvenciones, solo con afiliados y con aportaciones voluntarias». Aguilar admite que pese a no manejar estudios sobre su electorado, cree que la mayoría de apoyos los han recabado estos años entre los jóvenes, especialmente en el segmento entre 18 y 24 años, así como entre las mujeres. «Nos respetan más porque somos un partido de voluntarios y trabajadores que quieren cambiar las cosas de corazón», razona.
Si a Vox les recrimina unos mensajes que apelan al odio y la discriminación de los que son de distinta especie, al gobierno del Botànic les echa en cara la «decepción» que les ha provocado. «No ha hecho nada por los animales», asevera, para recordar que en la pista de Silla «sigue habiendo un circo con animales» y que las modificaciones introducidas en la Ley de Caza hace unos meses a través de la ley de acompañamiento «favorece a los cazadores». «Reclamamos una ley de protección animal, porque la que hay es la misma de hace 30 años», y recita las asignaturas pendientes: «Tiro y arrastre, bous al carrer, caza, tauromaquia...»,.
«Nuestra primera promesa es una Ley Cero de protección animal y que acabe con la muerte en espectáculos o en los m0ntes», adelanta, para insistir en que en España «no nos privamos de nada en maltrato animal». «En Europa no dan crédito con las cosas que ocurren aquí, especialmente en la Comunitat Valenciana», incide.