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Análisis

Puig busca atrapar descontentos de Cs en la recta final y Compromís se aleja del PSPV

Bonig explora el efecto moderación y Unidas Podemos se agarra al factor Iglesias para pescar del abstencionismo

Los partidos afinan sus estrategias finales a falta de poco más de 72 horas para que se abran las urnas y cuando los dos debates en televisión de los líderes españoles han sentado cátedra en la campaña. El elemento novedoso este 28A es el saco de indecisos, más grande que nunca según los estudios demoscópicos, efecto también a la fragmentación de la oferta. Mientras, el índice de participación es la otra gran incógnita, al coincidir la convocatoria con un periodo festivo en buena parte de la C. Valenciana.

Afianzadas las líneas maestras de la campaña, el último esfuerzo de los candidatos valencianos pasa por no cometer errores, proteger los flancos flojos y sacar tajada de las debilidades de los otros. Los indecisos, que estarían entre el 25 y el 30 %, son el objeto de deseo común, aunque con matices en cada caso.

Bajando a lo concreto, los socialistas de Ximo Puig ponen el punto de mira en los descontentos de Ciudadanos tras la inclinación a la derecha del partido de Albert Rivera y Toni Cantó. Compromís se esfuerza en remarcar su hecho diferencial (su no adscripción a partidos con sede central en Madrid) y en marcar distancias con el PSPV. El PP explora el efecto moderación para retener simpatizantes dubitativos ante los guiños a la radicalidad de los últimos tiempos. Ciudadanos se aferra a sus banderas de campaña y mira hacia indecisos libres de grandes ideologías. Y Podemos intenta sacar del silencio a abstencionistas, en especial tras las intervenciones de Pablo Iglesias en los debates televisivos.

Las batallas dialécticas en televisión de los grandes líderes han supuesto un cierto alivio para PSPV y Compromís, los socios del Botànic. Iglesias ha salido fortalecido de los duelos y puede ser el factor que sostenga a Unidas Podemos, el eslabón más débil del Pacte del Botànic. Algunas encuestas lo han situado muy cerca de caer por debajo de la barrera del 5 %, lo que significaría su desaparición de las Corts.

En todo caso, el equipo de campaña del PSPV lo tiene claro: a los morados no se les toca. El riesgo para la reedición del Botànic es demasiado alto. Puig tampoco ha cargado las tintas contra Compromís, ni siquiera cuando la coalición ha subido el tono de las críticas contra él. El tono moderado y presidencialista tiene un destinatario especial: la clase media. El discurso más a la izquierda y más atractivo para quienes en el pasado flirtearon con Podemos se considera cubierto por la campaña de Pedro Sánchez.

Compromís incide en su hecho diferencial: es el partido sin ataduras con una organización central en Madrid. Esa libertad para defender los intereses valencianos es la que piensa subrayar. Ayer se vio además que los de Mónica Oltra intentan remarcar las distancias con el PSPV. Lo han hecho con la financiación autonómica y con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), como se vio ayer. El conseller y candidato por Castelló Vicent Marzà dijo que «frente a un PSOE que duda entre cambio o Cs, Compromís es garantía de un nuevo Botànic». Esta es otra de las ideas fuerza de la coalición para cerrar la campaña.

Isabel Bonig ha apostado por un perfil más moderado y sin estridencias durante la campaña. Ha sorprendido a algunos propios, pero es la estrategia final también de Pablo Casado: perfil de gobierno y no asustar. La líder del PPCV no piensa, eso sí, moverse de sus temas estrella: educación, bajada de impuestos, autónomos y sanidad.

Ciudadanos también espera pescar en la bolsa de indecisos. Sus deseados son los menos marcados ideológicamente. Toni Cantó tampoco piensa soltar sus banderas de campaña: libertad para elegir centro, corrupción y bajada de impuestos.

Unidas Podemos apela a los abstencionistas, en la línea de los mensajes finales de Iglesias en los debates. El factor del líder es el efecto remontada al que se agarran. Su gancho final es ofrecerse como voto útil para asegurar «gobiernos del cambio en la C. Valenciana y España» y no volver atrás. Los electores dirán.

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