Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Toni Cantó, portavoz de Cs en las Corts.

Estrategia

Plan a largo plazo para fagocitar a Ciudadanos

El PPCV de Isabel Bonig confía en un desmantelamiento progresivo de Cs que incluso le deje sin candidaturas en algunos municipios

El proyecto España Suma, ideado por la dirección nacional del PP para posibles confluencias electorales con Ciudadanos, tendrá seguramente más recorrido que lo que el propio Pablo Casado pensó cuando lanzó la idea al calor de la experiencia navarra. El derrumbe de Cs el 10N ha dado alas a esta alianza, pero con una diferencia fundamental. PP y Cs ya no hablan de tú a tú.

Los populares se frotan las manos ante la debacle de un partido que fue capaz de quedarse con buena parte de su electorado y que, como en la C. Valenciana, estuvo a punto de arrebatarles el liderazgo de la oposición. Como ya informó este diario, desde Génova hay una estrategia de 'darles cariño', un plan que incluye abrir las puertas a quienes quieran entrar o regresar.

Sin embargo, no hay prisa. Al menos, así se ve desde la organización que lidera Isabel Bonig, que en su momento no vio claro que ese acercamiento se concretara en listas conjuntas. Razón no le faltaba entonces. La estrategia de Génova no tuvo en cuenta las peculiaridades territoriales ni que en la Comunitat, tras perder las autonómicas, el PPCV estaba casi obligado a diferenciarse de Cs si quería conservar la hegemonía. Máxime cuando lo que tenían en frente era un mediático portavoz en las Corts, Toni Cantó, con ganas de hacer ruido y desdibujar al PPCV. Unos meses después, las cosas se ven distintas. En términos generales, el hundimiento de Cs es ganancia segura para el PP, pero en el caso de la Comunitat esta reflexión goza de mayor intensidad. Ahora bien, en la dirección regional se piensa más en una estrategia a largo plazo, en un camino que, además, debe recorrerse con prudencia para evitar abrir viejas heridas.

La peculiaridad valenciana

Y es que el caso valenciano es peculiar. En este territorio, la materia prima en la fundación de Cs era popular. Cargos o militantes críticos con el partido de la gaviota, hastiados de la corrupción, recalaron en la formación pero también muchos defenestrados. Aquellos cabreados que quedaron fuera de las listas.

Génova busca absorber a Cs y piensa ya en fichar a cargos con perfil atrayente. En la C. Valenciana no se piensa tanto en fichajes de relumbrón (las opciones son limitadas), pero sí se están produciendo ya movimientos, sobre todo en Alicante, para atraer a la causa popular a cargos locales aún bajo las siglas naranjas.

El PPCV tiene la meta puesta en las próximas autonómicas y municipales, es decir, dentro de más de tres años. Algunas fuentes apuntan que lo que el PP de Alicante, con Carlos Mazón a la cabeza, está buscando no es apuntarse un tanto mediante la captación de militantes o cargos de Cs sino, cuando llegue el momento, lograr que esté tan mermado que ni presente listas en algunos municipios. Las conversaciones se estarían produciendo con ediles que tendrían cobijo en el PP en el momento propicio.

El asunto es delicado. Fuentes del PPCV admiten que hay cierta preocupación, ya que se teme que una alianza electoral acabe relegando en las listas a los populares que han estado al frente en estos duros años de oposición. El asunto se planteó por un concejal en la última junta directiva convocada por Bonig y es un tema recurrente. Por ello, la consigna es de prudencia. «Primero curar las heridas y luego sumar», reflexiona una dirigente. Desde la dirección regional se apunta a que hay que ir con cuidado para valorar a quién se abre la puerta. «Aún es pronto, el momento llegará cuando se acerquen las elecciones y haya que hacer listas», señalan.

La prudencia del PPCV tiene que ver con la evolución de Cs, que se enfrenta a una renovación con Inés Arrimadas como favorita. La dirigente está contactando con los críticos que dejaron Cs. Aunque en teoría Cantó ha dado su apoyo cerrado a Arrimadas, sus discursos no parecen estar sintonizados. Cantó no está cómodo en una posición centrista y mantiene un tono muy duro con el PSOE. De hecho, votó en contra de una abstención a la investidura de Pedro Sánchez.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.