Las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) finalizan hoy en la Comunitat Valenciana y dejarán imágenes dignas de ser bien guardadas en la hemeroteca. La de 2020 es una convocatoria atípica y sin precedentes, pues las pruebas por primera se hacen en las aulas de 470 institutos.

Pero no solo se han ocupado clases, con el objetivo de cumplir a rajatabla las instrucciones de Sanidad, algunos colegios concertados e institutos han agudizado el ingenio y decidieron aprovechar sus espacios más grandes para garantizar unas pruebas seguras y optimizar recursos. Así, en algunos casos llamativos se ha habilitado el comedor, la cafetería, el gimnasio, el salón de actos o, incluso, la capilla.

Por ejemplo, en el IES Benicalap de València, casi 90 estudiantes se examinan en la biblioteca, el salón de actos y la cafetería. Como cuenta Luisa Sanz, coordinadora de las PAU en el instituto, han aprovechado las «estancias más grandes». «Hemos numerado las mesas y los estudiantes siempre saben dónde se sientan y nosotros también, por si hubiera algún posible contagio», apunta. Más allá de mascarillas, separación de mesas y geles, afirma que la organización ha sido «muy fuerte»: «todo lo que se hacía en la universidad se ha trasladado aquí».

En las Escuelas San José acoger las PAU también ha sido «un reto», como cuenta José Ignacio Rodríguez, su director general, quien explica que para dar cabida en el mismo espacio a los 140 estudiantes que se presentan en este centro concertado, han optado por el comedor. De esta manera, pueden «cumplir con el distanciamiento» y hacer que los alumnos «estén cómodos y tengan mesas, no sillas de paleta». Además, han modificado la climatización para que el aire se renueve del exterior. «Es un momento muy importante y había que cuidarlo, no hemos escatimado esfuerzos porque se juegan mucho», apuntaba ayer Rodríguez.

En el IES Lluís Vives de València (el segundo de toda la C. Valenciana con más alumnos en las PAU, más de 200), además de nueve aulas ordinarias con una veintena de estudiantes en cada una, en el gimnasio se examinan otros 50 jóvenes. Victoria Collado, la coordinadora en el IES, detalla que se han habilitado «tres salidas» del centro «para afrontar estas PAU extrañas» con seguridad y asegura que todo ha transcurrido bien por el trabajo de los centros «no de la universidad, que es quien debe realizarlo». «Nosotros nos hemos responsabilizado porque eran nuestros alumnos y todo está saliendo inmejorablemente, pero es por la labor nuestra», aclara.

Uno de los «escenarios « más llamativos de esta selectividad es el del Colegio El Pilar, donde 90 alumnos se ponen a prueba en la capilla del centro concertado, y otros 40 en dos salas contiguas. «Lo decidimos por el aire acondicionado y la capacidad y los alumnos lo han visto con mucha naturalidad, están encantados y... si hay que pedirle ayuda al cielo, pues es un sitio apropiado», indica el director, Alfredo Martínez.

Por último, otro ejemplo es el del Colegio Parroquial Sant Jaume Apòstol de Moncada, en el que se han retirado las butacas del teatro para colocar mesas. Además, su director, Fran Martínez, destaca la colaboración del Ampa que «en el descanso prepara un pequeño almuerzo al aire libre, para que los alumnos puedan descansar». Hoy se enfrentan al último día, con Matemáticas, Latín y Fundamentos del Arte, entre otras materias.