"La situación no es satisfactoria, pero está controlada. La Comunitat Valenciana está peor de lo que nos gustaría pero mejor que la mayoría". Con estas palabras, el president de la Generalitat, Ximo Puig ha defendido hoy que en estos momentos "no se dan las circunstancias" para declarar un estado de alarma total o parcial en el territorio automómico. En cualquier caso, Puig ha valorado de forma positiva que el Gobierno haya puesto este instrumento a disposición de las comunidades y ha avisado de que el Consell podría solicitarlo en alguna comarca o ciudad si se considerara necesario restringir la movilidad por la acumulación de casos. "Dependerá de la evolución de la pandemia", ha remarcado.

Puig ha comparecido junto al conseller de Educación, Vicent Marzá, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para desgranar los últimos detalles de la vuelta a las aulas "desde la máxima presencialidad y seguridad" y "sí o sí" a partir del 7 de septiembre.

El jefe del Consell ha defendido que la presencialidad es "lo moralmente responsable, siendo conscientes de que no hay riesgo cero y de que pueden haber rebrotes". Por eso, hoy se ha concretado un protocolo flexible de actuación entre las conselleries de Educación y Sanidad que se ajustará a lo que se determine mañana en el consejo interterritori estatal.

Puig ha dicho que los alumnos no pueden perder más calidad educativa y ha anunciado una comisión de seguimiento permanente con secretarios autonómicos para reforzar la coordinación y testar la vuelta al cole, así como la puesta en marcha de un centro de atención telefónica que responderá a las inquietudes tanto de los padres como de los docentes respecto a aspectos relacionados con el virus.

Para el president, la medida del estado de alarma autonómico es "el camino adecuado a la cogobernanza" entre Gobierno y autonomías y proporciona seguridad jurídica para limitar determinados derechos en algunas zonas si fuera necesario. Puig también ha dicho que el Consell estudia si acogerse a la oferta de rastreadores militares del Gobierno y está haciendo pruebas para implantar la app radar covid con el objetivo de asegurar que no genera "mayor confusión" ni "estrés" en el ámbito sanitario, en el que ha defendido que la Comunitat tiene un "engranaje potente" en salud pública y atención primaria para frenar la expansión del virus.

Por su parte, el conseller Marzà ha abierto la puerta a una vuelta escalonada o progresiva si algún centro así lo necesita "en función de las necesidades de organización de cada centro, cuyo claustro explicará a los padres cómo se realizarán estas entradas y salidas". "La mejor medida de conciliación es que los centros estén abiertos", ha agregado.