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«Se están diagnosticando menos tumores de los que hay de verdad»

El cribado de cáncer de mama ha estado parado más de dos meses

«Se están diagnosticando menos tumores de los que hay de verdad»

Llombart, Dolz y Alloza, ayer, en la sede de AECC València. | LEVANTE-EMV

Los expertos en Oncología no tienen datos concretos todavía, pero sí esperan que los estudios que están realizando confirmen sus sospechas: el peaje a pagar por siete meses de pandemia de coronavirus va a ser alto en el abordaje del cáncer y la primera consecuencia ya se estaría viendo: «No se está diagnosticando la cantidad de nuevos casos de cáncer que se debería».

Así lo aseguró ayer el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM, y jefe del servicio de Oncología del Hospital de Elx, Álvaro Rodríguez-Lescure. Según el experto, las intuiciones que tienen se van a convertir pronto en datos y con ellos «vamos a objetivar cómo está afectando la pandemia en los diagnósticos de cáncer».

Si no se están encontrando esos tumores de forma precoz como antes de la pandemia «eso significa que muchos los vamos a encontrar en un estado más avanzado y ahí sí podemos ver una pérdida de oportunidad para los pacientes, tanto en acceso a tratamientos como en años de supervivencia a la enfermedad», alertó el experto que lamentó el impacto directo que está teniendo el coronavirus en la detección temprana de tumores.

«Por una parte, los pacientes han tenido enormes problemas para acceder a la atención médica como hacían antes cuando han tenido síntomas, que ahí ya había un retraso, pero también hemos tenido el problema de derivar recursos a una emergencia que se está dilatando en detrimento de la agenda de todas las enfermedades no covid», y que también va a tener consecuencias, según Rodríguez-Lescure.

Sin mamografías dos meses

Y entre los tumores que van a acusar esta derivación de recursos por la pandemia también está el cáncer de mama, del que ayer se celebraba el Día Mundial. De hecho, en lo peor de la pandemia, en la Comunitat Valenciana se suspendieron durante dos meses y medio, del 16 de marzo al 1 de junio, las pruebas de detección precoz de este cáncer que se hace a través de mamografías a las mujeres de entre 45 y 69 años. A partir de junio, y según confirmaron ayer fuentes de la Conselleria de Sanidad, la actividad se ha ido recuperando pero poco a poco: en junio, julio y septiembre se «redujo en dos tercios la citación» por las medidas de seguridad anticovid-19 y a partir de septiembre se aumentó «progresivamente» el número de mujeres que eran citadas «de forma que se ha alcanzado la citación con cifras anteriores a la pandemia en el mes de octubre». El acúmulo de personas que estaban a la espera se está intentando reducir ahora con «programas especiales de tardes».

En un año normal, Sanidad hace casi un cuarto de millón de mamografías de control, en 2019 fueron 243.460, y gracias a eso se diagnosticaron 1.091 tumores de mama, casi una tercera parte de los que se suelen detectar al año (3.256 en 2017). Habrá que esperar al cierre de 2020 para ver cuánto ha influido el parón y el retraso posterior de mamografías en la detección temprana de estos tumores.

Aún así, Rodríguez-Lescure no considera que, en este caso, el impacto vaya a ser «relevante». «Pensamos que este parón puede influir pero que el impacto en la supervivencia de las pacientes no va a ser relevante, primero porque el parón ha sido relativamente limitado», y también por el perfil de edad de las mujeres que entran en el programa y el tipo de tumor de mama que se detecta, de evolución normalmente más lenta.

«Otra cosa será el impacto del parón en otros programas de cribado como el de colon» o pulmón, apuntó el presidente de la sociedad científica, ya que son cánceres con una evolución en muchos casos más explosiva, de ahí que desde la SEOM pidiera «reevaluar las estrategias» y redistribuir los recursos «para las patologías no covid-19, que siguen ahí y no podemos seguir postergándolas cuando la pandemia se está prolongando».

El 50 % de las pacientes con cáncer de mama con empleo pierde casi todos sus ingresos durante el tratamiento, 8 puntos más que antes de la pandemia, y además una de cada tres pierde o deja el trabajo a causa de la enfermedad, que supone un gasto extra de 42.000 euros para la familia.

Así, se desprende del informe Toxicidad financiera del cáncer de mama que ayer presentaron el vicepresidente de AECC València, el doctor Antonio Llombart, la trabajadora social María Jesús Dolz, y la gerente Helena Alloza para explicar a qué dificultades se enfrentan las mujeres con cáncer de mama y qué respuesta se les está dando desde la Asociación en medio de la covid-19.

Dolz explicó que el cáncer de mama supone un desembolso extra de unos 42.000 euros extra para la familia, de los que 9.300 son directos por gastos médicos y farmacéuticos y unos 32.500 por la pérdida de ingresos laborales. Y advirtió de que cáncer y vulnerabilidad social «van de la mano muchas veces». Llombart concretó que la incidencia sigue aumentando y este año se prevé que se diagnostiquen en la Comunitat unos 3.500. Pero a pesar de este aspecto negativo de un aumento de la incidencia de un 5 %, la parte «positiva» es que «se diagnostica más y mejor porque se diagnostica antes».

Una de cada tres pacientes pierde o deja el trabajo por la enfermedad

Supone un desembolso de 42.000 euros, 9.300 por gastos médicos y 32.500 por pérdida de ingresos

e.p. valència

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