El vertiginoso crecimiento experimentado por Podemos en sus inicios llevó a los morados a contar con más de 40.000 personas inscritas para votar en los primeros procesos internos convocados en la Comunitat Valenciana. La construcción de unas bases fuertes arraigadas en los municipios ha sido, sin embargo, la gran asignatura pendiente de la formación liderada por Pablo Iglesias. Para lograr ese objetivo, el partido ha impulsado un nuevo censo de militantes en el que -una vez cerrado el plazo ordinario de inscripción- se han alistado de forma provisional 2.144 simpatizantes pertenecientes a 111 círculos diseminados a lo largo y ancho del territorio valenciano.
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La cifra contrasta con los 12.000 inscritos oficiales que se manejaban en las últimas primarias autonómicas de Podem, en las que finalmente participaron 5.151 votantes, cifra que da una idea de los adeptos activos. La diferencia estriba en que a los militantes se les va a exigir un grado de compromiso y de implicación mucho mayores sobre el terreno. A partir de ahora, además, deberán pagar una cuota mínima de 3 euros para colaborar en la financiación del partido. Estar inscrito en el censo permitirá a los militantes participar en la elección de los representantes intercomarcales y de los órganos municipales. En cambio, los inscritos -el único modo que tenía hasta ahora Podemos de medir a sus bases- únicamente tendrán capacidad de votar las decisiones estratégicas. «Los militantes son la gente dispuesta a ser activista en el barrio, en el pueblo o la comarca pagando cuota y estando presente físicamente», recalcan.
El nuevo censo ofrece a Podem una visión más clara para conocer su músculo en cada municipio, con la mirada puesta en ampliar sus cimientos, comarcalizar las estructuras intermedias y relanzar la actividad de los círculos y la presencia de la organización a nivel local , prioridades señaladas por la nueva coordinadora valenciana, Pilar Lima.
Por encima de la media estatal
Desde la dirección de Podem se muestran satisfechos con el número de círculos y de militantes que se han dado de alta en el censo. Subrayan que la cifra de militantes en la C. Valenciana se sitúa proporcionalmente por encima de la media estatal, si se compara con otros territorios. «Constatamos que tenemos un partido con una importante presencia territorial, presente en todas las comarcas y con una militancia creciente», inciden las mismas fuentes. A modo de ejemplo, en Baleares se han censado 470 militantes, en Euskadi 840 y en Aragón, 625. Los datos, en cualquier caso, no serán definitivos hasta el 30 de octubre, una vez transcurra la fase de enmiendas. Las inscripciones siguen abiertas.
El número de círculos valencianos se mantiene prácticamente intacto. En 2017 se manejaba la existencia de 120 activos. La organización morada también ha impulsado un nuevo reglamento para el funcionamiento de estos grupos, que a partir de ahora serán puramente territoriales, no sectoriales. «La militancia de Podem y sus círculos han respondido y dado una muestra del gran arraigo territorial y de la gran implicación de los activistas de Podem en sus municipios y barrios», defienden en la federación valenciana.
Después de un primer periodo de efervescencia, las voces internas que alertaban de la desatención de los círculos y de la pérdida de efectivos y de fuerza en los municipios han ido en aumento en los últimos años. Lima se alzó con la victoria en las últimas primarias valencianas precisamente poniendo el foco en esta cuestión y en la necesidad de potenciar el municipalismo. En la primera asamblea autonómica de Podem votaron 8.000 personas, en la segunda ,7.400, y en la tercera -marcada por la pandemia- 5.151. Hacer público el número de militantes es un ejercicio de transparencia al que no todos los partidos están dispuestos, en un contexto de pérdida generalizada de adeptos. Hasta donde se conoce, el PSPV sería líder de afiliación con 15.000 militantes, mientras que Compromís maneja cerca 5.400, Ciudadanos 3.400 y Vox asegura tener 5.350, aunque el 39 % no paga las cuotas.