La Comunitat Valenciana acumula el triste récord de ser la autonomía que más veces ha ocupado el farolillo rojo de la infrafinanciación en España en la última década. El modelo vigente nace en 2009 y con la liquidación de 2018 realizada este año (se completa con dos ejercicios de retraso) se acumulan ya diez anualidades desde que se cambiaron los criterios del reparto del dinero.
El resultado no puede ser más pernicioso para la Comunitat Valenciana que fue la autonomía peor financiada en ocho de las diez últimas liquidaciones. Solo en una ocasión se situó penúltima, superada por Murcia, y en otra, en la de 2013, estuvo por delante de hasta tres autonomías.
Al menos así figura en los datos recopilados por el Instituto de Economía de Barcelona que ha estudiado el funcionamiento del modelo de financiación y concluye, igual que la gran mayoría de trabajos sobre este tema, que la Comunitat Valenciana registra año tras año la peor financiación.
Los investigadores sitúan en varias de las liquidaciones a Canarias por debajo de la Comunitat Valenciana pero también añade que por su peculiaridad insular no puede compararse con el resto de autonomías de régimen común, por lo que no alteraría la situación valenciana, la peor en la gran mayoría de liquidaciones.
El estudio no incluye a las autonomías forales, País Vasco y Navarra, que tienen una relación bilateral con el Estado a través del cupo y el concierto económico.
Desde 2014, la Comunitat Valenciana no se ha movido del último lugar en la clasificación per capita en cuanto a población ajustada y solo en dos ocasiones aparece empatada con Murcia, otra de las autonomías que están a la cola en financiación.
Además, el estudio añade que la Comunitat Valenciana también figura entre las autonomías que recibe menos de lo que aporta. Los autores señalan que Madrid, Baleares, Cataluña y la Comunitat Valenciana reciben un 17% menos de lo que aportan mientras el actual sistema favorece especialmente a Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia.
Una tendencia que se repite
En general, esta tendencia también se repite desde que en 2009 se empezó a aplicar el modelo actual. Igual que la infrafinanciación es una constante, también lo es que las aportaciones generadas superen a lo que se recibe. La herramienta del instituto barcelonés muestra la evolución de los recursos disponibles en cada territorio por habitante y revela que los ciudadanos valencianos junto a las otras tres autonomías son de los que menos reciben en función de lo que aportan.
Remarcan los expertos que la clave del sistema se halla en fondos como el de nivelación que permite a autonomías que generan menos recursos tributarios acabar con ingresos muy superiores. Es el caso, por ejemplo, de Extremadura que disponía inicialmente de un volumen de recursos tributarios de 1.770 euros por habitante de media que subieron hasta los 3.089 una vez aplicados los fondos del modelo.
El caso valenciano es bien distinto. Según este informe, es un «buen ejemplo de la arbitrariedad de los recursos finales disponibles provocada por el actual sistema de financiación». Los valencianos comienzan con 2.369 euros por habitante, pero con los fondos se quedan en 2.494, casi lo mismo, cuando muchas autonomías ven muy incrementados sus recursos.
Otro estudio que reclama la reforma del modelo
La aplicación de los fondos de ajuste de suficiencia, competitividad y cooperación acaba generando distorsiones en la distribución, señala el Instituto Económico de Barcelona. Los investigadores señalan que esta circunstancia justificaría una revisión del modelo. Una revisión que el Gobierno se comprometió a afrontar este otoño pero que se ha retrasado por la pandemia, según se justifican. Pero los autores sí están de acuerdo en que esa reforma «no debiera tardar, pues afecta a la capacidad de respuesta ante la crisis de las distintas administraciones». Según el estudio, dejando de lado las diferencias entre recursos tributarios obtenidos y los destinados, las tres comunidades que reciben un mayor número de recursos son Cantabria, La Rioja y Extremadura.