Unas lluvias más propias del monzón que del litoral mediterráneo. Así se podría definir el episodio de precipitaciones que vivió la Comunitat Valenciana el pasado jueves y que se cebó, sobre todo, con la comarca de la Ribera, así como con l’Horta y València capital. Como muestra, un dato: hasta 502 l/m2 se recogieron en tan solo dos días en la estación meteorológica que mantiene Inforatge en la Muntanyeta dels Sants, en el término municipal de Sueca. La media de un curso pluviométrico normal durante los últimos 30 años en la misma zona se sitúa entre los 550 y los 600 l/m2. Solo en dos días cayó más del 80 % de la lluvia que se suele recoger cada año en el mismo lugar.
«No estamos acostumbrados a las intensidades que vimos caer el jueves», asegura Jovi Esteve, hombre del tiempo de Inforatge. Según apunta Esteve, las precipitaciones del pasado jueves presentaron un «perfil monzónico en muchos puntos de la Comunitat Valenciana». «Ya no por las cantidades, sino por la intensidad, que ha sido monstruosa», matiza.
En concreto, la Agencia Estatal de Meterología (Aemet) considera lluvias fuertes entre 15 y 30 l/m2 en una hora, y muy fuertes entre 30 y 60 l/m2 en el mismo período. Cuando se alcanza un litro de lluvia por metro cuadrado y por minuto, lo que equivale a 60 l/m2 por hora, se hace referencia a las lluvias torrenciales. Durante la tarde del pasado jueves esa cifra se superó con creces en buena parte de las estaciones meteorológicas de la Ribera. En algunos puntos la cantidad de agua recogida se situó entre el doble y el triple de esa cifra que marca la consideración de lluvia torrencial.
El máximo en una hora se alcanzó en Benifaió, con 155 l/m2, que subieron a 228 l/m2 en tres horas. Según reveló Esteve, con los datos que se manejan, tan solo ha habido una ocasión en la que en algún lugar de la Comunitat Valenciana se ha recogido una cantidad mayor en tan solo una hora. Fue en Vinaròs, en octubre de 2018, con 159,2 l/m2.
Otro dato llamativo de este último episodio de lluvias torrenciales es el registrado en la Muntanyeta dels Sants (Sueca), con 144 l/m2 recogidos en una hora y 255 l/m2 en tres. También se alcanzaron cantidades llamativas en el Mareny de Barraquetes (Sueca), con 120 l/m2 en una hora; en Alzira, con 95 l/m2 en una hora y 184 l/m2 en tres horas; en Massalavés, con 84 l/m2 en una hora y 185 en tres; o en Barxeta, con 80 l/m2 en una hora y 108 en tres, según los registros de Inforatge.
«Estamos hablando de que en algunos puntos se superó la descarga torrencial durante tres horas, cuando lo habitual aquí es que este tipo de lluvias duren media hora o una hora», resalta Esteve, que explicó que se podrían haber dado lluvias «muy similares» a las de los monzones en el sureste asiático que causan severas inundaciones en esas regiones. «Es como si hubiésemos extraído una porción de esas lluvias y la hubiésemos dejado caer aquí», pone como ejemplo.
Una línea estática
¿Por qué fueron tan persistentes las lluvias torrenciales en esta ocasión? «Porque la línea de precipitación se mantuvo estática», sostiene Esteve. Así, mientras que lo habitual es que un frente de lluvias tan fuerte actúe como un abanico y descargue durante alrededor de media hora o una hora en un lugar para continuar desplazándose hacia cualquier punto cardinal, en esta ocasión la línea de precipitaciones no se movió durante varias horas: se mantuvo estática descargando altas cantidades de agua en las comarca de la Ribera y l’Horta. «Cuando una línea de tormenta se mueve rápido, puede tener mucha intensidad pero no suele dar mayores problemas. Lo que da más miedo es cuando se queda estática, como pasó el jueves, porque no para de descargar hasta que se vuelve a mover», concluye Esteve.