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Varios coches arrastrados por las aguas en el polígono industrial Vereda Sud de Beniparrell. | M. A. MONTESINOS

"Estas tormentas que se regeneran son las más complicadas de prever"

"Esta es la nueva realidad del cambio climático", advierte el geógrafo Samuel Biener

«Este tipo de tormentas, que se regeneran de forma constante y de forma muy localizada, son las más peligrosas y complicadas de prever». Samuel Biener, geógrafo y miembro del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), resume así lo sucedido el pasado jueves en el triángolo entre Benifaió, Almussafes y Sueca, donde se superaron todas las predicciones meteorológicas. «Hablábamos de 200 l/m² y se alcanzaron más de 400 en varios municipios», recuerda. La fuerza y arrastre del agua convirtió ramblas y barrancos secos en auténticos torrentes en minutos.

«Estamos en un punto especialmente vulnerable, porque el Mediterráneo aún está muy caliente en pleno mes de noviembre», recuerda Biener. «El cambio climático está pasando, lo demuestra el aumento de la torrencialidad, batiendo récords en series de más de cien años, con epidodios muy locales especialmente en la costa», explica. El último análisis del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo fijaba entre los 1,2 º C y los 1,5 º C el aumento de la temperatura del mar en superficie en el litoral valenciano, ratificando que el mar sigue con su calentamiento progresivo y acumulado.

Este tipo de borrascas frias aisladas, que como en Orihuela hace un año se descuelgan en varias tandas muy seguidas, y sin apenas tiempo para que el suelo pueda absorber tanta cantidad de agua «son la nueva realidad». «Cada vez serán más frecuentes y más extremas», incide Biener. «En una orografía compleja y en una zona tan urbanizada como el litoral, con cauces y barrancos ocupados, este tipo de fenómenos adquieren un potencial extremadamente peligroso», insiste.

Para los expertos poder trabajar con sistemas meteorológicos cada vez más precisos es fundamental y aunque ya se está a resolución de un kilómetro, el problema es que se sigue partiendo de modelos globales. «Es complicado predecir situaciones tan locales con suficiente anticipación», comenta. En los últimos años las precipitaciones se dan de forma muy concentrada y en forma de diluvio casi monzónico.

La Borrasca Fría Aislada (BFA) es una variante de la gota fría o DANA clásica, ya que el proceso de formación es el mismo, aunque en la primera el reflejo en superficie está bastante marcado.

Biener, en el departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de Jorge Olcina y estudioso también de los riesgos naturales, alerta sobre «la falsa sensación de seguridad que tiene la población con los encauzamientos». Y lo sucedido el jueves apoya esa idea de Biener. El Barranc del Tramusser, con períodicas y graves inundaciones hasta su canalización hace apenas una década, no fue capaz de dar cabida al caudal arrastrado desde aguas arriba, anegando la partida de la Sisena como antaño.

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