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La doctora María Pastor es médica de familia en el centro de salud de Novelda. | LEVANTE-EMV

Uno de cada cuatro médicos de familia menor de cuarenta años quiere irse fuera

Una encuesta entre los facultativos revela el descontento de los profesionales de Atención Primaria con un 70 % de insatisfacción laboral

Un 70 % de insatisfacción profesional, carga excesiva de trabajo, poco descanso o sueldos bajos en comparación con otros países. Estos son algunos de los motivos que provocan que uno de cada cuatro médicos de familia menores de 40 años piensen en emigrar, bien a otra autonomía o bien a otro país donde la diferencia de salario es importante. Así se desprende de una encuesta de la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària que muestra también que el 85 % lo ha pensado en alguna ocasión con Inglaterra, Irlanda, Francia y Estados Unidos como destinos favoritos.

María Pastor forma parte de este último porcentaje. Ella es médica de familia en el centro de salud de Novelda y asegura que estuvo «mucho tiempo pensando en irme a Inglaterra a trabajar». Al final, sin embargo, se quedó. «Me quedé más por motivos personales que laborales porque la situación no ha cambiado», indica. En su opinión, a la Atención Primaria no se le está dando «la importancia que debería» y eso precariza el servicio.

«Hay una burocratización de la Atención Primaria importante y agendas eternas de pacientes diarios a los que solo les podemos dedicar de 5 a 7 minutos porque no da tiempo para más y en ese periodo es muy difícil dar una atención completa».

Sin plazas estables

La encuesta indica que el principal motivo por el que se irían sería por las mejoras de las condiciones laborales (un 45 %) seguido de las retribuciones económicas (un 36 %). La misma encuesta habla del problema de la falta de oportunidades y estabilidad laboral. Un 50 % de los médicos de familia encuestados no tenían una plaza estable y un 60 % no se había podido presentar todavía a una oposición.

Por eso mismo se fue Nazaret Navarro a Inglaterra. «Básicamente me vine por las condiciones de trabajo», expresa. «Cuando acabé la residencia los contratos eran una basura, súper cortos, firmaba contratos de días», protesta.

Habla también de «sobrecarga asistencial» y de «tener la sensación de que te vas con el trabajo mal hecho». Allí, sin embargo, «la Primaria está mejor valorada, tenemos más tiempo por paciente y los sueldos son bastante mejores».

Alberto Cercos está en el segundo año de su residencia para la especialidad de médico de familia. «Ahora mismo no me planteo irme, pero no sé si cuando sea más mayor y vea que por el trabajo que hago en Alemania puedo cobrar el triple o llevar otra vida me lo pensaría». «A mí personalmente lo que más me preocupa son las horas de descanso, la carga de trabajo y el ser un trabajo de estar tomando decisiones constantemente llevándote trabajo a casa y no se tiene en cuenta el tiempo que se le dedica a estudiar», expresa.

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