Andy Weeks lleva dieciocho años viviendo en València ciudad. Trabaja como consultor de venta y marketing para una empresa que opera en Londres. Hace un mes ya se acercó a una comisaría de la Policía Nacional para actualizar su situación y obtener la tarjeta de residente en la Comunitat Valenciana. Y critica «la falta de información tanto del gobierno británico como del español». «Me enteré por un tercero de todo lo que tenía que hacer», asegura Weeks.
Pese a que no duda de que todo finalizará sin ningún tipo de problema, no oculta su intranquilidad. «Hice las gestiones hace un mes, pero sigo con mucha incertidumbre», confiesa. «La devaluación de la libra y no saber exactamente lo que va a pasar por culpa de un acuerdo de última hora del que apenas sabemos nada es lo que más dudas me crea», explica.
Para Weeks la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que se materializará en cuestión de horas, «no será bueno ni para unos ni para otros». «Todos los cambios que va a haber nos van a perjudicar en general a la hora de trabajar y en el día a día, seguro», señala Weeks.
Con pasaporte irlandés
Situación bien distinta tiene por delante Tony Dunleavy por su condición de británico pero con doble nacionalidad al disponer de pasaporte irlandés. «Soy un caso especial», reconoce. «No me afectarán los cambios. Siempre he estado muy orgulloso de mis raices, pero en este caso aún más», remarca.
Dunleavy, casado con una valenciana, lleva casi dos décadas en la Comunitat Valenciana y es profesor de historia en un colegio británico. «La verdad es que no veo a ningún compañero especialmente nervioso por la salida del Reino Unido de la Unión Europea», apunta. En cualquier caso, considera que el brexit no puede beneficiar a nadie. Andy Weeks, sin embargo, lamenta la situación: « A mi me perjudica»