India está atravesando su peor fase de la pandemia de coronavirus, con un importante aumento del número de casos en los últimos días, pero aún faltan datos para poder decir que la variante B.1.617, aparecida en ese país y de la que "solo hay una fotografía muy parcial", es la responsable de esa situación.

El investigador del Instituto de Biomedicina de València (IBV-CSIC) Iñaki Comas explica a Efe lo que se sabe de esa variante, a la que se llama doble mutante -"una etiqueta" que no le gusta- porque aúna en la proteína Spike (la que usa el virus para entrar en las células) dos mutaciones que, hasta ahora, solo se habían visto por separado.

Aunque hace poco que se ha empezado a hablar de la B.1.617, los primeros casos se dieron en India a finales de otoño, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha presentado un "incremento importante" en su frecuencia.

El también director del consorcio SeqCovid-Spain, encargado en España de la secuenciación de miles de genomas del SARS-CoV-2, señala que esa circunstancia "ya indica, un poco, que su capacidad de transmisión no es tan alta como la de la variante inglesa".

Ahora se están viendo más casos de la B.1.617 en India porque también hay más casos de covid-19 en general y, aunque tiene una "frecuencia respetable, no parece que esté desplazando a otras variantes como la británica", que también está presente allí.

India ha pasado varios días rompiendo récords, aunque ayer se confirmó el primer leve descenso. Los positivos fueron 323.144 (30.000 menos que el día precedente) y los fallecimientos 2.771 (42 menos), lo que elevan el total desde el inicio de la pandemia a 197.894.

Uno de los "mayores problemas" para evaluar la variante surgida en India -dice Comas- es que allí la secuenciación del genoma de los casos positivos de coronavirus es inferior al 1 %.

Además, mucha de la información sobre la B.1.617 procede de unos 700 casos secuenciados, sobre todo, en el estado oriental de Bengala, lo que no es representativo, ni geográficamente, ni de la población.

"Hacer extrapolaciones, a partir de estos datos tan parciales, sobre cuál es su papel en el aumento de los casos "es muy aventurado o peligroso", pues hace falta "mucha más información para establecer una relación".

Esta ola se puede deber, "probablemente, a una relajación de las medidas, que ha permitido una alta tasa de transmisión de la enfermedad y que, por motivos que hay que estudiar, ahora ha explotado".

Características de la cepa india

La B.1.617 presenta entre 13 y 15 mutaciones, porque "ni siquiera es genéticamente homogénea" y no todas las muestras tienen todas la mutaciones.

Dos de ellas, que se localizan en la proteína Spike, la 484Q y la 452R, ya se habían detectado por separado en otras variantes. La primera, de manera muy similar, en la sudafricana y la brasileña, y la segunda en la californiana.

Sin embargo, recalca, es la primera vez que ambas mutaciones se ven juntas en una variante y es "difícil saber exactamente cuál es el efecto" combinadas.

Ambas se han estudiado por separado y lo que hacen es "reducir la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el virus. Ponen más problemas a nuestro sistema inmune, lo que no significa que este no pueda eliminar la infección o controlarla, sino que le cuesta un poco más".

Sin embargo, matiza que, según los datos disponibles, aunque "pueden comprometer un poco la inmunidad, no lo suficiente como para comprometer las vacunas".

Además, explica, la respuesta del sistema inmune ante una infección no es solo de anticuerpos, sino también celular, que es más compleja.

Comas dice que para algunas variantes del coronavirus se ha visto que, "si bien para anticuerpos pueden dar problemas, la (respuesta) celular, generalmente, funciona bastante bien contra todas, por lo tanto, se espera que para esta también funcione", aunque aún hay que comprobarlo.

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Los datos disponibles sobre la B.1.617, insiste, son "tan parciales" que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera "variante de interés" y no "variante de preocupación" -el máximo nivel de alerta- como son la británica, la sudafricana y la brasileña.

La india -señala- es una variante que hay que seguir "porque lleva una serie de mutaciones que pueden, o no, dar problemas. Vamos a ver realmente cuál es el impacto que tiene".