Ni es con la deseada inmunidad de rebaño alcanzada ni es un adiós rotundo. El fin de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores hace que la pandemia entre hoy en una nueva fase similar a la que conllevó el fin del estado de alarma o la suspensión del toque de queda. La diferencia es que mientras que los límites autonómicos son líneas invisibles y se traspasan sin más aviso que un cartel, los rostros sin cubrir en las calles se convierten en el paisaje que muestra que algo ha dejado de ser lo que era.

La desescalada baja hoy un nuevo peldaño al que se subió a mitad de julio de 2020 y al que solo ha sido posible dejar atrás gracias al ascensor de la vacunación. Esa es la esperanza a la que agarrarse para que «la apertura progresiva» defendida desde las autoridades no descarrile ni tenga pasos hacia atrás. De momento, según los datos de la Conselleria de Sanidad distribuidos ayer, son más de 2,4 millones de valencianos y valencianas las que tienen, al menos, una dosis contra la covid, lo que significa el suero contra el virus ha llegado a casi la mitad de la población valenciana total.

De estos, más de 1,6 millones de personas, esto es, uno de cada tres habitantes de la Comunitat Valenciana cuenta con la inmunización completa a partir de las dos dosis de Pfizer, Moderna y AstraZeneca o del único pinchazo que requiere Janssen. El proceso, por tanto, estaría a mitad del camino de alcanzar la llamada inmunidad de rebaño situada en el 70 % de la población vacunada.

Este es un porcentaje orientativo, recuerdan los epidemiólogos, a partir del cual el número de reproducción del virus iría descendiendo hacia 0 por la dificultad de encontrar receptores y transmisores en los que continuar replicándose. Y lo haría porque las personas vacunadas actuarían de cota de malla y de protección del 30 % restante. Así, con una efectividad alta del suero, las personas inmunizadas impedirían su propagación cortando las cadenas de posibles contagios del virus.

No obstante, lo más importante no se trata de que las personas vacunadas limiten esta transmisión (que también) sino que al infectarse del patógeno no desarrollen la enfermedad. En ese sentido, destaca la alta cobertura que tienen los mayores de la Comunitat Valenciana fruto de la priorización etaria que se ha llevado a cabo en toda España.

Así, el 95 % de las personas con más de 70 años tienen ya la protección completa a partir de la inoculación de estos fármacos mientras que en el caso de los sexagenarios, un 92 % tiene ya la primera dosis por el 38 % que cuenta con las dos. Precisamente, a la franja de edad de entre los 60 y 65 años que fueron inoculados con un primer pinchazo de AstraZeneca se les comenzará a citar este fin de semana para los próximos siete días.

Las convocatorias para recibir los sueros contra la covid continuarán también en los grupos de 50 y 59 años y en el de 40 a 49 años. En el primero, ya es un 84 % el que cuenta con un pinchazo y un 58 % el que tiene la pauta completa, cifras unos puntos por debajo de la media estatal. En el caso de los cuarentañeros, la franja etaria más poblada con 841.000 personas, son un 44 % los que disponen de una inyección (14 puntos menos que la media de España) por un 12 % que cuenta con la pauta completa.

Su inmunización se podría acelerar en las próximas fechas, ya que se espera un importante cargamento de vacunas para la próxima semana. Según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, serán seis millones de dosis de las que a la Comunitat Valenciana le corresponderían más de un 10% con lo que, como mínimo, habría sueros para 600.000 pinchazos más, aunque muchos de ellos se programarían para los siete días siguientes.

La nueva fase no supone el adiós definitivo a la mascarilla que seguirá obligatoria en espacios interiores mientras que en exteriores se deberá mantener cuando no se garantice la distancia de seguridad. Asimismo, los próximos pasos en la Comunitat Valenciana se definirán en la Mesa Interdepartamental del Consell del próximo martes donde se dirimirá la letra pequeña de una nueva fase que tendrá que compatibilizar la apertura progresiva, la prudencia y que la pandemia todavía no es historia.