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La Generalitat pedirá declarar zona catastrófica Vinaròs y Benicàssim

Los dos municipios, junto al de Càlig, han sufrido daños por más de 8 millones en el pasado temporal

La Generalitat ultima la petición para que se declare «zona catastrófica» parte de los municipios de Vinaròs, Benicàssim y Càlig, afectados por el temporal de lluvias y viento de finales de agosto y principios de septiembre, que tiene previsto trasladar al Consejo de Ministros el próximo viernes.

Así lo avanzó la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, tras visitar ayer, junto con el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, el edil de Promoción de Vinaròs, Marc Albella y la alcaldesa de Càlig, Ernestina Borràs, las zonas afectadas por el temporal.

La declaración de «zona catastrófica» habilitará a los ayuntamientos para solicitar ayudas económicas que sufraguen los elevados costes de la reparación de los daños. Unos costes que, según avanzó Albella, superan los 2,8 millones para Vinaròs, los 2,3 millones en el caso de Càlig —que sufrió también fuertes episodios de lluvias— y 3,2 millones de euros en el norte de Benicàssim.

Los ayuntamientos tendrán, una vez aprobada la declaración de zona catastrófica en las próximas semanas, 30 días hábiles para justificar todos los costes del temporal. Y ayer pidieron a la consellera que medie con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para coordinar los trabajos de mantenimiento de los barrancos.

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