Todos los docentes consultados durante los tres días que este periódico ha publicado sobre los casos de autolesiones y tentativas de suicidio entre el alumnado han tenido o tienen algún caso cercano, incluso en sus tutorías. Sin ir más lejos, ayer mismo se produjo una tentativa de suicidio en un centro de Secundaria de la provincia de Castelló, aunque la mayoría se dan en el exterior. Según ha podido saber Levante-EMV, fue una alumna que estuvo a punto de intentar quitarse la vida, lo que se paró en el último momento gracias a la intervención de dos amigas.

Se trata de alumnado de 2º de la ESO —de 12 o 13 años— y, según confirma la Conselleria de Educación, no se llegó a precisar asistencia médica ni atención hospitalaria. Como explican las mismas fuentes, se trata de un caso que ya estaba incluido en el protocolo de prevención del suicidio, pues ya se habían detectado ciertos indicios, por lo que se le hacía «seguimiento» y «esta persona siempre estaba acompañada en todo momento».

De hecho, fue esto lo que pudo evitar un desenlace peor, pues fueron otras dos alumnas las que dieron la voz de alarma al profesorado al detectar la situación. «Es un caso en seguimiento, y mantendremos las actuaciones y el acompañamiento», apuntaba ayer Educación, «el instituto tiene un equipo de orientación muy potente y la Unidad de Orientación de Castelló trabaja sobre el tema», añadían. Otras fuentes confirman a este periódico que la situación, provocó una gran conmoción en el aula, a pesar de que en esta ocasión el protocolo sí funcionó y cumplió su objetivo.

Raquel Andrés asegura que las causas son multifactoriales y que también se trabaja para que el alumnado tenga un «vínculo» con su profesorado para poder confesar estos pensamientos o intenciones suicidas. Según los equipos directivos, en muchos casos son buenos estudiantes, que no generan conflictos en las aulas.