La mascarilla, ese complemento para frenar la pandemia del coronavirus, está a punto de despedirse de nuestras caras. Empezaron siendo obligatorias solo en el transporte público y ahora será uno de los pocos lugares en los que permanezcan. La mascarilla, el cubrebocas, la careta, el tapabocas, el escudo visible contra la covid, la máscara o el objeto de la discordia en la pandemia, va a desaparecer de la mayoría de los interiores en los próximos días. Mascarillas quirúrgicas, higiénicas, FFP1, FFP2 y FPP3, desechables o reutilizables, lavables, lisas, estampadas, bordadas e incluso compostables... Llevan dos años instaladas en nuestras vidas pero, inevitablemente, vamos a renunciar a ellas en espacios interiores.  Es decir, solo habrá que ponérsela en "aquellos espacios en los que puede haber personas con vulnerabilidad", tal y como ha venido reiterando la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Las mascarillas pasaron de "altamente recomendables" en la vía pública y necesarias cuando no se pudiera guardar dos metros de distancia, pasaron a ser obligatorias el 21 de mayo en "la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros", rezaba el BOE.

¿Cuándo no serán obligatorias en interiores?

Este martes, el Consejo de Ministros aprobará un real decreto que eliminará, a partir de este miércoles, la imposición de la mascarilla en espacios cerrados. En espacios cerrados de uso público como comercios, cines, teatros, salas de conciertos, museos, bares, restaurantes o locales de ocio nocturno, entre otros, lo que recomiendan es un "uso responsable", al igual que en el entorno familiar, las reuniones de amigos y celebraciones privadas.

¿Dónde serán obligadas?

La mascarillas serán obligadas en centros, servicios y establecimientos sanitarios, incluidas farmacias, y transporte público. Es decir, trabajadores y visitantes de centros asistenciales y sociosanitarios -especialmente, residencias de mayores- sí que deberán llevar la mascarilla , pero no los residentes, mientras que en otros lugares será una "recomendación de uso responsable, especialmente cuando hay aglomeraciones y cuando se trate de personas vulnerables".

Los alumnos ya no tendrán que utilizarla en el ámbito escolar, aunque sí se recomienda a los profesores con factores de vulnerabilidad que se la pongan, al igual que otras personas con estas mismas condiciones en las que no puedan mantener 1,5 metros de distancia interpersonal.

En los centros de trabajo, serán los servicios de prevención de riesgos laborales los que lo valoren, si bien aconsejan llevarla cuando la distancia interpersonal sea inferior a 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada.