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La erosión dejará pérdidas en el turismo de hasta 370 millones por playa y temporada

Orpesa, Benicàssim, Alicante, El Campello y Elx son los cinco municipios que resultarán más afectados en 2050 por la desaparición de arena y la inundación a causa del cambio climático

Así está la vulnerabilidad del litoral valenciano Levante-EMV

Arenales del Sol (Elx), Muchavista (El Campello), San Juan de Alicante, Ampláries (Orpesa) y Heliópolis (Benicàssim) son las playas que sufrirán mayores daños económicos por el aumento del nivel medio del mar. En el peor escenario climático la caída del turismo provocaría pérdidas que oscilarían entre los 369 millones de la primera y los 206 millones de la última en el horizonte 2050. En una proyección más desfavorable, para 2100, las estimaciones se sitúan en hasta 1.073 millones.

Los cálculos figuran en el Plan Adapta Costas en la Comunitat Valenciana que la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica ha remitido al Gobierno y que radiografía el grave problema de regresión e inundabilidad que sufre el litoral valenciano. Un 64,8 % de la franja costera esta afectada ya por una erosión crónica o por eventos como los temporales cada vez más extremos que es preocupante.

La evaluación de impactos y riesgos realizada por el departamento que dirige Mireia Mollà incide en que gran parte del desarrollo socioeconómico de la Comunitat Valenciana ha estado ligado al mar.

Esta situación ha generado una intensificación de los usos residenciales y turísticos, así como del sector servicios. El estudio elaborado por Tragsatec, filial de Tragsa, señala que cuando el oleaje y el aumento de la temperatura superficial marina engullen metros y metros de playa no solo se pierden los beneficios ecosistémicos que ofrecen, sino también los recreativos. Consecuentemente, el atractivo de la zona disminuye como en un efecto dominó perdiéndose visitantes.

Efectos del aumento del nivel del mar Levante-EMV

Medidas correctoras

Las estimaciones son cifras nada descabelladas, pues una ciudad como Alicante, por ejemplo, percibió el verano antes de la pandemia unos ingresos de 514 millones por la llegada de turistas, según los datos del propio ayuntamiento. En 2100 podría dejar de ingresar hasta 725 millones de no implementar correcciones a la erosión y medidas de adaptación al cambio climático. Los enclaves más afectados serán los marjales y playas, con los porcentajes más altos de inundación en Moncofa (Lugar de Importancia Comunitaria) con un 100 %, la Marjal de Nules (Zona Especial Conservación) con un 99,49 %, la de Almenara (Zona Protección para Aves) con un 99,25 % y la Marjal de la Safor con un 98,16 %. 

Los quince municipios con más problemas reclaman inversiones ya

Xilxes, Dénia, Pilar de la Horadada, Meliana, Benitatxell, Sagunt, Elx, Vinaròs, Tavernes de la Valldigna, Bellreguard, Benissa, Xàbia, Cabanes, Canet y Orpesa son algunos de los «puntos calientes» de la costa valenciana. Municipios donde cada temporal deja un bocado mayor en sus playas. Ayer sus responsables municipales mantuvieron una reunión telemática con la secretaria autonómica de Transición Ecológica, Paula Tuzón, y la directora general de Cambio Climático, Celsa Monrós, para agilizar sus aportaciones al plan estatal de actuaciones sobre la costa. «Queremos hacer de correa de transmisión con el ministerio para que sus peticiones puedan verse reflejadas en la estrategia de acción definitiva», señala Tuzón. La preocupación de los responsables municipales es unánime según Tuzón porque la regresión de sus playas se consolida y la inundabilidad es cada vez más acusada. «Reclaman medidas de emergencia, pero también huir de los parches y actuar en las unidades físicas con soluciones de calado, integrales, y también basadas en la naturaleza», explicaba Tuzón. El plazo de alegaciones concluye este viernes y la Conselleria de Transición Ecológica prepara también su propia bateria de enmiendas a las propuestas ministeriales.

Puig pone a Almenara como ejemplo para frenar el retroceso del litoral

El president de la Generalitat, Ximo Puig, pone a Almenara como camino y ejemplo a seguir para frenar la regresión del litoral sur de Castelló. Con las obras de protección recién finalizadas tras más de 20 años de reivindicación de vecinos y ayuntamiento, el jefe del Consell subraya «el cambio tan positivo» que ha supuesto la construcción de las cuatro escolleras y el alargamiento de los dos muros en su tramo de costa. «Vi esas playas desaparecer y veo cómo ahora hay una posibilidad de garantizar el futuro de Almenara», apuntaba Puig.

«Compartimos el interés en la regeneración de las playas. Se debe hacer con conciencia ecológica y sabiendo que todas las actuaciones que se realicen en la costa también tienen consecuencias en otro espacio», explica Puig, en referencia, de forma indirecta, al impacto que provocan, por ejemplo, los puertos a localidades vecinas, como el de Castelló a Almassora o el de Bo rriana a Nules, tal como han criticado en numerosas ocasiones los ayuntamientos más afectados por la erosión costera. «Hay que hacer las cosas de la manera más razonable y equilibrada ecológicamente», argumenta. Puig cree que las intervenciones de Costas en la provincia de Castelló deberían seguir un mismo denominador común. 

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