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Panorámica de la planta de tratamiento de residuos de Caudete de las Fuentes, debajo Angel Rodríguez y Robert Raga. CVI

La ampliación del vertedero de Caudete de las Fuentes entra ya en su recta final

La instalación trata 60.000 toneladas al año

Envases de plástico, vidrio, cristal, loza, ropa, calzado, muebles y hasta cartuchos de caza. Todo entra en la planta de tratamiento de Caudete de las Fuentes, y además mezclado. Un caos en el que hay que poner orden, en palabras de Ángel Rodríguez, gerente de la instalación del Consorcio Valencia Interior (CVI). Más de 60.000 toneladas de residuos urbanos entran al año, aunque tan solo el 30 % de lo que llega en los camiones son restos orgánicos. Una situación que es necesario revertir con la separación en origen.

La ampliación del vertedero de Caudete de las Fuentes entra ya en su recta final

«Cada vez tenemos que intentar que llegue menos a vertedero y que lo que ahora es un problema, los desechos, pueda ser una oportunidad», señala Robert Raga, alcalde de Riba-roja de Túria y presidente del Consorcio Valencia Interior. En nueve años de funcionamiento, Caudete de las Fuentes ha ido introduciendo mejoras gracias a la financiación pública y ahora también a través de los Fondos Next Generation de la Unión Europea. Solo a finales del año pasado se invirtieron más de 400.000 euros para perfeccionar el proceso de afino, que permite un cribado más exhaustivo.

La construcción de un nuevo vaso, con dos millones y medio de metros cúbicos, entra además en la recta final. Aunque ha de pasar aún por varios trámites administrativos antes de ponerse en funcionamiento, en un año podría estar a pleno rendimiento durante la próxima década. Lo cierto es que progresivamente tendrá que ir reduciéndose lo que se destina a vertedero, hasta alcanzar en 2035 solo el 10 %. Así lo marca tanto la ley estatal de residuos y economía circular, como la autonómica.

Un terreno impermeabilizado

Las máquinas ultiman los trabajos esparciendo grava sobre las laderas y el fondo ya recubiertos con una lámina termosoldada y después otra de geotextil en un terreno ya arcilloso con un alto grado de impermeabilización. El paraíso de los geólogos, según Rodríguez. El objetivo no es otro que garantizar la protección ambiental y la gestión más eficiente de lo que cada ciudadano deposita en el contenedor gris. Aunque en 2022 continúan llegando más impropios, como plásticos, vidrios y textiles, que biorresiduos.

Caudete de las Fuentes, incide Raga, es una de las plantas valencianas con depuradora de lixiviados, las aguas contaminadas de los materiales que no se han podido recuperar. Estos fluidos, mal gestionados, pueden tener un impacto en el medio natural muy grave. De ahí que se aplique un tratamiento de ultrafiltración y ósmosis inversa para reconvertir estos tóxicos en agua limpia.

En ese punto, Raga echa la vista atrás para recordar el mal ejemplo del vertedero de Basseta Blanca, clausurado en 1993 y que aún constituye un problema para el entorno por las filtraciones, aunque el Consell ha consignado una partida para su sellado definitivo.Entre las últimas novedades, Caudete ha incorporado un segundo separador óptico de cristal, que permite recuperarlo para darle un segundo uso.

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