este año se cumplen 75 años de la llegada Benigànim de la imagen del Santísimo Cristo de la Sangre y de su consiguiente bendición. Se trata de la talla de un Cristo crucificado que sustituyó a la desaparecida, regalada a finales del siglo XVI por San Juan de Ribera a esta población durante una de sus visitas pastorales. Por este motivo la Cofradía del Cristo de la Sangre y la Dolorosa de Benigànim han aprovechado la ocasión y organizan una serie de actos para solemnizar esta efeméride, con el único propósito de seguir la sana costumbre de los antepasados de venerar y honrar al Santísimo Cristo de la Sangre y los misterios de la Salvación que la imagen representa.
Fue en torno a esta imagen cuando surgió la histórica cofradía de la Sangre y la celebración de la Semana Santa, Y con ello aumentaba la devoción de los beniganenses por este Cristo, llegando en 1637 a convertirse en titular de la antigua iglesia parroquial.
En el verano de 1936, durante la guerra civil, la imagen regalada por el Patriarca —a excepción de los remates metálicos, que aún hoy son los originales— fue totalmente destruida. Pasado el conflicto, un vecino de Benigànim, Vicente Dámaso García Vidal, quien era jefe de telégrafos costeó la nueva escultura, una talla labrada por el escultor Francisco Teruel y el ayuntamiento sufragó las andas que lo portaran, y que han sido restauradas recientemente por la actual cofradía. Fue bendecida en el marco de las primeras fiestas patronales de 1940. Aquel año tuvieron lugar en el mes de octubre, de los días 19, 20 y 21. En la tarde del día 19, jornada dedicada a la Beata Inés se bendijo la imagen en la calle San Vicente, a las puertas de la casa de su benefactor y de allí partió en procesión hasta su iglesia, para volver a presidir su altar mayor.