Adoquines insufribles, tramos mal asfaltados o demasiado inclinados, bolardos, rampas y escalones inaccesibles, accesos imposibles, farolas que entorpecen el paso o malas señalizaciones. Son solo algunos de los impedimentos que a diario ha de sortear una persona con discapacidad cuando circula por las calles de Xàtiva. Una auténtica carrera de obstáculos que ayer vivieron en primera persona diversos miembros del gobierno municipal.
Un alcalde privado de visión que camina con bastón y acompañado de un perro guía para poder cruzar un paso de cebra. Dos concejales en silla de ruedas que dependen de la ayuda de profesionales para avanzar por la calle. Son las inusuales escenas que dejó ayer la penúltima jornada de la Semana de la Movilidad, dedicada a sensibilizar a la población en torno a la cultura accesible.
El tour recorrió buena parte del casco antiguo y la Albereda, dejando atrás un reguero de barreras arquitectónicas que pasan desapercibidas para alguien sin discapacidad, pero que representan un auténtico problema para una persona con movilidad reducida. Así se encargaron de recordarlo algunos agraviados que ayer participaron en el recorrido junto a profesionales y miembros de la ONCE. Y así lo atestiguaron los ediles. Los accesos a la iglesia de Sant Francesc o la Casa de la Cultura y el adoquinado de Corretgeria fueron algunos de los puntos señalados. El consistorio dispone de un catálogo de barreras arquitectónicas en la vía pública y se proyectan intervenciones en función de la prioridad de cada caso.
El primer teniente de alcalde y concejal del ramo, Miquel Lorente subrayó ayer la buena respuesta que ha obtenido la Semana de la Movilidad. El concejal avanzó la convocatoria de la Mesa de la Movilidad «para evaluar las actividades desarrolladas y estudiar cuáles son susceptibles de prolongar en el tiempo, con una cierta permanencia». Además, el consistorio remitirá una serie de encuestas a las comunidades educativas de los colegios donde se han efectuado las actividades y los vecinos próximos a los centros para calibrar el impacto. La Semana de la Movilidad ha dado cabida a más de una decena de actos con el propósito de potenciar un nuevo modelo que prime los desplazamientos a pie y pacifique el tránsito.