Con el objetivo de cumplir con los requisitos del ambicioso Pla Integral de Residus de la Comunitat Valenciana (PIRCV), que busca reducir las cantidades de basuras generadas en el territorio en una agenda a quince años, Xàtiva dio ayer el primer paso en este camino con la presentación de su nuevo Pla Local de Residus Domèstics i Assimilables. Se trata de la hoja de ruta que la localidad seguirá para cumplir con los preceptos marcados por el PIRCV; en último término, ya para el año 2035, una cantidad de residuos no reutilizables que no sea superior al 10 % del vertido total, cifra que hoy en los municipios valencianos como la capital de la Costera se sitúa en alrededor del 60 %.
Y Xàtiva buscará alcanzar estos guarismos de reciclaje a partir de 35 acciones concretas desgranadas en este Pla Local de Residus, que incluyen tanto acciones logísticas, con la implantación de un nuevo sistema de recogida por zonas del casco urbano de la localidad, como acciones comunicativas. También métodos de seguimiento de los avances del proceso: según explicó ayer Agustín Pons, director de la consultora setabense Ona Energy „que ha elaborado el Pla Local de Residus de Xàtiva en colaboración con los técnicos de la concejalía de Medi Ambient„ , se marcarán objetivos anuales homologados a las exigencias de la Generalitat, lo que hará necesario un seguimiento de los resultados del Pla «prácticamente en tiempo real», ilustró Pons ayer.
Así, en los próximos tres años, el Pla se pondrá ya en práctica con varias campañas de concienciación enfocadas a los vecinos y vecinas de Xàtiva. Según indicó ayer Roger Cerdà, alcalde de Xàtiva, será cuando expire el actual contrato de recogida de basuras, a finales del 2022, cuando se pongan en marcha las acciones del Pla más ambiciosas „a la espera, eso sí, de posibles subvenciones que permitan adelantar algunos aspectos„. Entre ellas, la implantación del nuevo sistema de recogida.
Según se detalló ayer, se pondrán en marcha distintos métodos en función de la zona de la población: en el Ensanche se implementará un quinto contenedor para los biorresiduos domésticos, que deberán ser separados previamente en los domicilios para que puedan ser transformados luego en compostaje. En el casco antiguo los contenedores serán eliminados y sustituidos por un servicio de recogida puerta a puerta, que podría ser aplicado también en el polígono industrial. Por último, en Bixquert, el Carraixet y las pedanías se optará por un sistema diferenciado de compostaje comunitario, con la instalación de «islas» de compostaje.
Papel de la ciudadanía
La ambición del Pla de Residus escapa a cualquier marco de referencia que pudiese haber anteriormente: «No es suficiente con las 3R del reciclaje. Se requiere de una gestión nueva, un cambio respecto a lo que hemos hecho en los últimos cuarenta años», significó Cerdà. Pons apuntó a que se requerirá por parte de los vecinos y vecinas una «revisión de los hábitos de consumo»; para dar un empujón al necesario esfuerzo ciudadano, el Ayuntamiento buscará vías, según anunció ayer, para que el incremento del reciclaje que brinde el Pla se vea reflejado con bonificaciones en las tasas de basuras.