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Desde els Alforins

A PIE DE CAMPO

A PIE DE CAMPO

Estos días hemos terminado de podar los almendros de la variedad Vairo. Hemos dejado para el final la Lauranne. Teniendo en cuenta la falta de agua, se ha hecho una poda bastante severa. Son árboles jóvenes todavía, cinco años desde que se plantaron, así que no conviene apretarles demasiado para que tengan un buen desarrollo. Dejarlos con demasiada madera no es sinónimo de que den más frutos sino más bien de lo contrario. Y si el año viene mal, aguantan mejor los periodos de sequía.

A primeros de marzo echaremos el abono. Un 4-7-7 que está permitido en agricultura ecológica y que ya tiré el año pasado, con buenos resultados, pese a que la pluviometría tampoco acompañó, aunque este año pinta peor. Obtuve un rendimiento cercano al 29%. Esta campaña ya entraré la almendra en la cooperativa como ecológica. La almendra ecológica, aunque las producciones son menores, tiene un precio muy superior a la almendra convencional. En la lonja de Reus hoy se paga a 7,70 euros frente a las 3,45 de la guara. Más del doble.

La floración va bastante adelantada por lo que los riesgos de helada se multiplican. De momento, se prevé una buena cosecha, pero como siempre hay que ser prudente con las previsiones porque estamos en unas semanas muy delicadas, donde las bajas temperaturas pueden echar a perder una buena cosecha, como ya ocurrió el año pasado. A eso se añade la falta de lluvias que pueden mermar considerablemente la producción.

Las plagas son el gran hándicap con el que luchar en la agricultura ecológica. Cada vez hay más plagas y más resistentes a los productos fitosanitarios. En la producción ecológica se da la circunstancia de que los productos que puedes echar a los árboles son muy limitados. No ocurre lo mismo en la agricultura convencional donde la oferta es mucho mayor.

Plagas como la avispilla son difíciles de combatir de una manera efectiva. Otras en cambio como el pulgón, la abolladura o la mancha ocre tienen un mejor tratamiento, simplemente echando cobre y aceite de parafina. Dependiendo de cómo venga el año, hago otro tratamiento en primavera y otro en verano.

En la viña seguimos con las labores de poda. He hecho un tratamiento de invierno con permanganato potásico, un potente desinfectante para limpiar las cepas que están afectadas por el oídio. Este tratamiento conviene repetirlo una vez se haya terminado la poda. Es importante mojar bien toda la cepa para eliminar todos los restos de oídio que permanecen en la madera.

La campaña anterior sufrí perdidas de un 50% en la plantación de cabernet sauvignon y cabernet franc. Esta última parcela no la vendimié el año pasado debido a que se habían secado casi todos los racimos y no valía la pena vendimiarlos porque era más caro meter la vendimiadora que recoger la uva. Los cambios de temperatura y humedad y sobre todo las nieblas matinales aceleran la propagación del oídio. No obstante, el año pasado fue una campaña en líneas generales bastante complicada donde no fue suficiente con los tratamientos.

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