Pocas vías de financiación

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El verdadero problema que tiene el Palau de les Arts viene derivado de las escasas posibilidades que tiene en este momento para conseguir una vía de financiación que no sea la mera subvención de la Generalitat. Pero el problema ya no sólo es que las arcas de la administración autonómica estén secas, sino también las importantes deudas que algunos organismos, incluido el propio coliseo, arrastran. Este mismo año, Cultura anunciaba antes de concluir la temporada que Les Arts tendría seis millones menos.

Quizás ese "handicap" no lo tenga tan presente el Real. Bien es cierto que tiene la suerte de recibir buenas aportaciones de todas las instituciones que participan en su patronato: ministerio, comunidad autónoma o ayuntamiento, cosa que no sucede en Valencia.

Así, el Real ha optado por incrementar su productividad y aplicar racionalidad. La austeridad llega de la mano der educir un 15% el coste de proveedores, un 10% la publicidad y un 48% la inversión en material. Todo ello, según cálculos, supone un ahorro de casi tres millones de euros, la cantidad que la Generalitat destinó simplemente en su día en los fastos inaugurales de les Arts.

En el caso de los ingresos del Liceu el espectador aporta un tercio del coste real del espectáculo. Las aportaciones públicas y el mecenazgo suponen las otras dos terceras partes. Cerca de 30 millones era el presupuesto para esta temporada de Les Arts, de los que seis se recuperaron por taquilla.