Impulso institucional a Mostra Viva

Esta será una edición de «transición» auguraba el presidente de honor de Mostra Viva, un festival cuyos responsables destacan haber vivido para contar la «resistencia», es decir, haber sobrevivido durante tres ediciones sin prácticamente ningún amparo institucional. El certamen nació de lo que se denomina la sociedad civil en 2013 con el espíritu de rescatar la Mostra creada en los ochenta y que fue finiquitada por Rita Barberá en 2011 después de la época de grandes fastos.

Por lo que se desprendió de lo dicho ayer en la presentación —la Mostra se celebra en octubre, así que la programación aún se está gestando—, la que viene será la edición de despegue. Junto a los organizadores (Vicent Tamarit es el presidente), estuvieron el director del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos; el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, o el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Valencia, Ramón Vilar, entre otros. La alta representación pública se debe a que por primera vez la Generalitat aporta parte del presupuesto al certamen del mismo modo que el ayuntamiento, mientras esperan la aportación de la diputación.

La suma de apoyos elevará la próxima Mostra Viva hasta los 100.000 euros, cuando hasta ahora contaban con 30.000. La dirección general de Cultura, por ejemplo, participa con sendas aportaciones de 5.000 euros desde la subdirección del Libro y la de Cine, que además participan como coorganizadoras. Con esto, Mostra Viva dejará de ser un festival municipal, como ha sido tradicionalmente. Fuentes de la conselleria apuntaban ayer que el propósito es que las ayudas vayan in crescendo en los próximos años y también la duración del encuentro, de ahí que Garcés apuntara que 2017 será el año de la «consolidación» de Mostra Viva.

Al mismo tiempo, en Cultura se trabaja en crear ese marco para todos los festivales de cine en territorio valenciano en los que participa, para que al menos los más grandes —caso de Cinema Jove o Mostra Viva— no coincidan en el calendario. Es dentro de ese proyecto donde tiene cabida la creación de un certamen propio dedicado a los documentales a imagen y semejanza del DocsDF y que no se limite a Valencia, sino que se extienda por toda la Comunitat Valenciana.

Edición centrada en los refugiados

Ayer se trató de escenificar ese nuevo impulso, porque la mayoría de nombres deberán de esperar. Eso sí, se enseñó el cartel realizado para la ocasión por Xavier Mariscal.

En la Mostra Viva que viene habrá cine, música en el Palau o en La Nau, encuentros de escritores en Sant Miquel dels Reis, teatro y artes visuales en el MuVIM, debates en ese mismo centro, además del IVAM y La Nau; y una Mostra educativa también en el MuVIM. En cuanto a las proyecciones, dedicará un ciclo al homenaje de directores, entre los que destaca el cineasta sirio Ossama Mohammed. Su visita, una de las pocas desveladas ayer, constituye un símbolo para un certamen que en esta ocasión ahondará en los refugiados. También se homenajeará desde el área de cine al cineasta italiano Ettore Scola.

El festival, por último, dedicará el paseo de las estrellas en la Malvarrosa a la gastronomía. La idea es, por tanto, recuperar la esencia de aquella Mostra Viva original, ahora con la implicación manifiesta de casi todas las patas de la administración.

Leonardo Sbaraglia estará en la clausura de Cinema Jove

El actor argentino protagonizará la última jornada de la 31 edición del Festival Internacional Cinema Jove, el día 24, con la película «Al final del túnel». El filme se proyectará ese viernes en el Teatro Principal después de la gala de clausura y de la entrega de premios, con la presencia del propio Sbaraglia. «Al final del túnel» es una película escrita y dirigida por Rodrigo Grande, con Clara Lago o Federico Luppi en el reparto. El filme narra la historia de un hombre en silla de ruedas que trata de detener un plan para atracar un banco.