Potter, ídolo juvenil a los 40

Cuarenta años y tres hijos después, Harry Potter vuelve de gira, como un rockero maduro. J. K. Rowling aceptó que Jack Thorne llevara su continuación de la saga a las tablas en el West End y el engranaje editorial más engrasado del planeta hizo el resto para volver a alzar el fenómeno con la velocidad con la que Potter agitaría la varita al grito de «¡expecto patronus!». Dos meses después de la publicación del guion en inglés llega a las estanterías la versión es español y catalán.

Valencia se prepara para el lanzamiento, previsto para mañana día 28, aunque en la ciudad habrá quien adelante la apertura hasta las doce de esta misma noche. Es el caso de la Fnac de San Agustín, que abrirá puertas a las once pero ojo a quienes no repriman sus ansias: hasta medianoche no se podrá adquirir El legado maldito, título de la continuación de la saga. Valencia y Madrid han sido las únicas ciudades en las que la cadena a oído las súplicas de urgencia de los fans.

«Odiaba leer hasta Harry»

En Fnac mismo hay preparadas diferentes actividades de ambientación, pero no será la única librería que se prepare para la ocasión. En La casa del libro, por ejemplo estará el grupo Potterhead Valencia, creado al calor de las diferentes asociaciones estatales que rinden culto al universo de Rowling. Jéssica Cordero lleva seis años al frente de un colectivo con unos cuarenta simpatizantes y visos de dar el paso para ser una asociación. «Esperábamos un evento así para dar el salto», confiesa la responsables, de 22 y años que confiesa que hasta que descubrió al héroe mago «odiaba la lectura». Para mañana, los convocados acudirán ataviados como los personajes de la saga. Será el viernes, sin embargo, cuando tenga lugar el grueso de las actividades en la misma librería.

La editorial responsable de la edición traducida no ofrece datos de la tirada de la nueva entrega, pero para calcular el impacto valen tres datos: en La casa del libro estiman que ya son 10.000 las reservas de clientes, mientras que las ventas de la edición en inglés se cifraron en 680.000 ejemplares en tres días en Reino Unido y llevan hoy alrededor de dos millones en Estados Unidos y Canadá.