El Centre del Carme, antiguo convento en el corazón de la ciudad, se ha rendido a los encantos del arte urbano y lo convierte en objeto de museo de arte contemporáneo.
El director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont, presentó ayer en el espacio de arte contemporáneo el festival Zedre, Art Mural y Cultura Urbana, una iniciativa que llenará de grafiti distintos puntos de la ciudad. La fiesta de inauguración será el viernes en el mismo Centre de Carme. Será allí donde una coproducción entre el Consorci de Museus y Zedre mostrarán un enorme mural de ocho metros pintado en una de las paredes exteriores del centro de arte contemporáneo. El evento, con el nombre Viatge al present, mostrará ya acabado un mural de grandes dimensiones a cargo de Wall Arttitude (colectivo multidisciplinar de reconocidos artistas valencianos) junto con la intervención del claustro renacentista con gigantografía a cargo de Solimán López & Lluís Salvador.
Pérez Pont explicó que el Consorci de Museus ha iniciado una colaboración con Zedre Art Mural y Cultura Urbana con el objetivo de «poner en valor esta disciplina artística tan característica de la cultura de nuestro tiempo». «El arte mural forma parte del entorno urbano de la ciudad de València y especialmente del barrio del Carme por lo que abrir el Centre del Carme a este tipo de manifestaciones artísticas es una forma de abrirnos al barrio y en general a la sociedad valenciana», dijo. «Es un buen ejemplo para acabar con la cultura institucional y para desestigmatizar la idea del grafiti y el arte mural con ideas de vandalismo con las que se asocia, hay que reconocerlos como vehículos artísticos de expresión», aseveró.
Además de la intervención en el Centre del Carme, el proyecto Zedre incorpora un total de 22 murales que decorarán durante todo un año la ciudad desde el litoral marino hasta el centro de València. Desde Zedre, proponen una ruta artística basada en un recorrido por los rincones de la ciudad donde se expondrán murales y jardines verticales y que recomiendan hacer en bicicleta para contribuir al concepto de sostenibilidad, que es parte importante de la filosofía de esta iniciativa. Estas obras serán «efímeras» por lo que cada año los artistas presentarán un proyecto diferente y los muros serán redecorados con las diferentes propuestas anuales.
Desde Zedre, tienen la intención de ampliar este proyecto para que en posteriores ediciones intervengan en los murales, no solo artistas de València, sino también reconocidas personalidades del street art procedentes de otros países.
«Potencia de emociones»
Pero la apuesta del Centre del Carme por el arte urbano no queda solo en la fiesta del viernes. El street art volverá al centro de la calle Museu a lo grande. Será con la exposición «Joc», un proyecto conjunto del artista urbano Vinz y el fotógrafo Txema Rodríguez. Ambos rendirán homenaje al mundo de la pelota valenciana, «por su lucha» y «potencia de emociones».
La muestra, que se inaugurará el próximo 26 de mayo, consta de alrededor de 80 piezas, algunas de ellas serán intervenciones directamente trabajadas sobre los muros del antiguo convento del siglo XV.
De este modo, las imponentes salas Goerlich y Ferreres del Centre del Carme, hasta ayer, en blanco impoluto, comenzarán a partir del lunes a convertirse en un particular trinquete. A través del recorrido por la exposición, Vinz -que prefiere guardar el anonimato- y Rodríguez han compuesto una serie de obras en las que se pueden ver cuerpos desnudos con cabezas de pájaro -sello de Vinz- y que representan la libertad, según palabras del propio artista. Como no, la exposición mostrará las estampas de grandes nombres del tradicional deporte valenciano, como Genovés.
Lo efímero de la calle
Ambos prometen «sorpresas» en forma de murales de grandes dimensiones. Algunos de ellos medirán hasta seis metros y contarán con composiciones de hasta 40 personajes. En esta muestra llevan trabajando un año y ocho meses, aunque destacan lo «efímero» del arte urbano. «A veces en la calle tus trabajos no duran ni 24 horas», apunta Vinz a Levante-EMV. «Algunas ni las acabamos de terminar porque ya nos han pegado un cartel publicitario encima», critica, aunque con cierto sentido del humor.
Sin embargo, en el más puro estricto sentido de la palabra, para Vinz lo que albergará el Centre del Carme no es arte urbano del todo. «El arte urbano es el que está en la calle». «Esa es su única regla», matiza. «Aunque, en realidad, el arte urbano no tiene reglas», reflexiona y contradice al mismo tiempo.
Tanto Vinz como Rodríguez quieren aclarar la diferencia entre arte urbano y grafiti, que para ellos no es lo mismo. Lo primero tiene una intención por parte de su creador, mientras que el grafiti, dice, son solo letras y firmas. «El grafiti viene más del barrio; el arte urbano viaja por todo el mundo». Ambos defienden no solo la «edad dorada» del arte urbano, sino su capacidad de mantenerse vigente. «Incluso más que el pop art», aseguran. Y esa vigencia viene en parte por el mensaje que traslada el arte de la calle. «A mí me gusta que moleste, tiene que haber reivindicación y parece que ha evolucionado hacia lo decorativo», lamenta Vinz. «Esas reivindicaciones, que antes se hacían en las paredes, ahora se han ido a las redes sociales», señala.
De ahí que lance una crítica: «echo de menos más asociacionismo y más espacios donde expresarnos». «Debe haber puntos en todas las ciudades donde poder desarrollar arte urbano» porque «lo que me interesa es que el mensaje llegue al máximo número de personas».
Por lo pronto su arte, el que se verá en el Centre del Carme, también tiene fecha de caducidad: el próximo mes de septiembre. Es el sino de lo efímero.
