«Hay miles de obras en nuestros almacenes. El año pasado prestamos mil obras, pero hay otras miles que no podemos mostrar». Son palabras de José Miguel G. Cortés, director del IVAM, en la entrevista que este periódico publico el pasado 4 de abril. Por tanto era cuestión de ir los almacenes.
El museo mantiene la mayoría de sus piezas en una sala acorazada en los bajos de su edificio. Hay otras en otro almacén de la Generalitat en Riba-roja. Pero el orden de la trastienda del IVAM es la base de su éxito. La jefa de Registro, Cristina Mulinas, lleva más de cinco lustros en el museo y el conservador Josep Salvador desde sus inicios. Ambos conocen a la perfección las alrededor de 12.000 piezas de la colección del IVAM entre pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, instalaciones o audiovisuales.
A la zona acorazada se accede entre enormes medidas de seguridad. Está dividida en cinco grandes salas. Así la dedicada a la escultura dispone de grandes estanterías donde se guardan algunas piezas de Miquel Navarro y en una discreta vitrina una de las características cerámicas de Picasso.
Las pinturas están almacenadas en peines que permite colgar los cuadros en las mejores condiciones. Cada peine está convenientemente identificado y gracias a un sistema informático la localización de la obra es inmediata, según Cristina Mulinas. La sala con los fondos fotográficos mantiene una estructura central con cajones para el mejor archivo de las instantáneas de papel.
Antes de la zona blindada, está la sala de tránsito, donde también colgados en peines están las obras preparadas para ser expuestas en el IVAM, o viajar a otro museo.
Fondos temáticos
Tan solo el 20 por ciento de las 12.000 piezas de la colección del IVAM se puede mostrar en sus paredes. El resto está almacenado o en préstamo. Aunque la actual dirección del museo ha ido exponiendo sus fondos con muestras temáticas, como «Construyendo nuevos mundos, las vanguardias históricas en la colección del IVAM»; «Perdidos en la ciudad. La vida urbana en las colecciones del IVAM» o la actual titulada «La eclosión de la abstracción. Línea y color en la colección del IVAM». Esta última ha sacado a la luz la mayoría de piezas ocultas de la colección, como reconocen Cortés y Salvador.
Los fondos de IVAM tienen más vías de exhibición, como las itinerancias de muestras como «Construyendo nuevos mundos» a los Caixaforum, primero el de Zaragoza y ahora al de Palma y después al de Sevilla. Además de los préstamos de obras a otros museos de todo el mundo; mantiene acuerdos con instituciones como Les Corts, que exhiben una veintena de obras de la colección de Fernando Almela, o el Palau de les Arts, que por tercera temporada consecutiva muestra una selección de esculturas pertenecientes al museo.
La colección del IVAM del período de vanguardias es una de las mejores de Europa. Obras de Joaquín Torres-García, Jean Arp, Alexander Calder, Sonia Delaunay, Francis Picabia, Kurt Schwitters, László Péri, Sophie Tauber-Arp, Jean Hélion, László Moholy-Nagy, Naum Gabo, Man Ray, Claude Cahun, Marcel Duchamp o Fernand Léger, entre muchos otros.
La fotografía y el fotomontaje son otros de los puntos fuertes de los fondos del centro. Una colección que se ha visto enriquecida por las donaciones de particulares o de los propios artistas, como Gabriel Cualladó, o los depósitos de la Fundación Josep Renau y de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, pero también por las adquisiciones desde los inicios del IVAM .
Junto con el valenciano Renau, cabe destacar los trabajos de George Grosz, Grete Stern, John Heartfield, Gustave Klucis, André Kertész, Herbert List, Walker Evans, John Baldessari, Lee Friedlander, Joan Fontcuberta, Horacio Coppola o Humberto Rivas.
El «arte pop» también está muy presente en la colección del IVAM. Cuenta con obras del artista al que se considera uno de los padres del pop, el británico Richard Hamilton, o de norteamericanos como Roy Lichtenstein, James Rosenquist, Alex Katz y de otros países europeos como Öyvind Fahlström (con instalaciones como Balancín rojo, 1968-69), Sigmar Polke (El látigo de Polke, 1968) o Valerio Adami (Tríptico titulado Plein Air N. Y, de 1968), así como los valencianos Equipo crónica, Equipo Realidad o Juan Genovés.
De los artistas vinculados al conocido como informalismo o expresionismo abstracto, el IVAM posee importantes piezas de Ad Reinhardt, Adolph Gottlieb, Lee Krasner Barnett Newman, Hans Hofmann o Pierre Soulages o de los españoles Antoni Tàpies, Joan Brossa, el grupo El Paso o Esteban Vicente.