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Arte

"Tapé mis cuadros y encontré mi pintura"

Bombas Gens inaugura el jueves la primera gran exposición de Nicolás Ortigosa Incluye 89 dibujos inspirados en la «Divina comedia» y la «intrigante» serie «Cuadros tapados», con lienzos tintados de negro

"Tapé mis cuadros y encontré mi pintura"

Nicolás Ortigosa pintó de negro 115 de sus cuadros. No lo hizo movido por la frustración de alguien que no consigue plasmar lo que quiere, sino por instinto. «Tapé mis cuadros y encontré mi pintura», confiesa el artista. Según él, tuvo una «revelación». Allí estaba lo que había estado buscando. Tapó los colores con óleo negro y solo quedó el relieve de sus antiguos trazos. Lo hizo con 115 lienzos. Todos componen «Cuadros tapados», la serie que se mostrará por primera vez en Bombas Gens. Será el próximo jueves, cuando tendrá lugar la inauguración de «Nicolás Ortigosa. Obras 2002-2018», la primera gran muestra de este joven artista, una de las apuestas de la Fundació Per Amor a l'Art. «Estoy muy agradecido de estar aquí, casi no me lo creo». No es la primera vez que Ortigosa -de 36 años- visita el centro. Asistió a la inauguración en julio de 2017, ya que una de sus obras formaban parte de la exposición «¿Ornamento = delito?». Mientras realiza esta entrevista con Levante-EMV, Ortigosa tiene un ejemplar de la Divina comedia con anotaciones y varios marcadores. Y es que la exposición reúne dos series, «Cuadros tapados» y «Divina comedia», una interpretación de la obra de Dante Alighieri. Las dos, suponen 16 años de su trayectoria artística.

Esta última serie se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Son dibujos y grabados que «recrean» algunas de las escenas de la obras de Dante. La fundación acaba de adquirir las 89 obras de la serie.

«La novela cayó en mis manos durante mi época de estudiante, cuando cursaba Bellas Artes. Dibujé en paralelo a la lectura durante 13 años. Son dibujos basados en mi imaginación y en mis conocimientos sobre dibujo e historia del arte», explica el gallego. Este proyecto le ha «acompañado» durante todos estos años, aunque no determinó su estilo, ya que para Ortigosa, «el lenguaje nunca deja de definirse, está en constante construcción».

El artista dibujaba las escenas de la Divina sobre cualquier soporte que veía. Hay dibujo, grabado, collage... Anotaciones urgentes de lo que Ortigosa estaba leyendo. Algunas veces, se adivina alguna figura, en otras, lo abstracto domina la obra. «No hay una linea que separe lo abstracto de lo figurativo. Para mí, el dibujo en sí cobra sentido», afirma. Esta serie pudo verse por primera vez en 2014, año en el que el nombre de Nicolás Ortigosa comenzó a pronunciarse con frecuencia en los círculos de historiadores y críticos de arte.

La exposición también incluye otras obras representativas del artista, de pequeño y gran formato realizadas en los últimos cuatro años. En ellas, la línea expresiva y llena de energía cobra especial protagonismo.

«Siempre en conflicto»

Para Ortigosa, los pintores están «siempre en conflicto con su obra». «No hay que abandonar la actitud crítica sobre tu trabajo», asegura. Esta visión le llevó, en parte, a teñir con óleo negro 115 lienzos que había elaborado desde 2002. «Se me ocurrió de forma instintiva. Probé a tapar algunos y dije: 'Claro, ahí está'», explica. «Estaba en un proceso de búsqueda y de repente, tuve una revelación. En mi caso, encontré mi pintura tapándola. Opté por taparlos todos», asegura Ortigosa, que añade: «Estos cuadros me han permitido volver a ser nadie». La serie «Cuadros tapados» podrá verse por primera vez el próximo jueves, aunque no en su totalidad.

La exposición está comisariada por Nuria Enguita y Vicente Todolí, quien conoció al joven en 2014 atraído por «Divina comedia».

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