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José Miguel G. Cortés: "El IVAM debe recuperar la sede que le quitaron"

El director habla en el Club de Encuentro Manuel Broseta sobre el futuro del museo

La directora del Club de Encuentro Manuel Broseta, Amparo Maties y José Miguel G. Cortés. germán caballero

El director del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), José Miguel G. Cortés, participó ayer en el Club de Encuentro Manuel Broseta, donde habló sobre el pasado, presente, futuro y retos del museo. Entre los aspectos que destacó, Cortés se refirió a la urgencia de un segundo espacio del museo en València.

«Hay un tema que es urgente y requiere dar pasos adelante para llevarlo a cabo: la recuperación de la sede que le quitaron». «El IVAM -continuó- se creó para ser un museo, fundamentalmente, del arte del siglo XX. Sus espacios y recorridos están basados en un tipo de arte de unas dimensiones reducidas y de un uso de materiales muy concretos (pintura, fotografía y escultura). Hoy en día (y más en el futuro) la creación artística necesita otro tipo de espacios para albergar otro tipo de creaciones y de otro tipo de museo mucho más participativo y comunicativo. Todo ello requiere nuevos espacios, nuevos recorridos y nuevas relaciones», justificó.

Asimismo, «esto se comprueba cuando vemos que todos los grandes museos españoles e internacionales se están ampliando estos últimos años para dar respuesta a los retos que la creación artística plantea en los inicios del siglo XXI», dijo Cortés. Lamentó al respecto que «el IVAM es el único museo español que no solo no ha crecido sino que perdió en 2002 [tras el cierre como sede del Centre del Carme] varios miles de metros cuadrados de los dos espacios con los cuales fue creado en 1989». «Estamos en un momento importante para decidir qué museo deseamos para el futuro. Si queremos un museo de primer nivel, capaz de competir no solo en España sino también en Europa, convirtiéndose en el museo de referencia del Mediterráneo o nos conformamos con un museo de segundo o tercer nivel sin demasiadas ambiciones», lanzó el director del IVAM a los asistentes.

Esta ampliación es uno de los retos de futuro que, en opinión de su director, el IVAM debería afrontar próximamente. Recordó que hace poco más de un año el museo inauguró su subsede en Alcoi. «Estoy convencido de que el IVAM puede ser un buen instrumento de vertebración de la Comunitat Valenciana. Como el único museo de la Generalitat su papel en las diferentes comarcas de nuestra Comunitat puede ser significativo», señaló.

«Una de las mejores colecciones»

Para Cortés, el futuro del IVAM debe pasar por «dar a conocer ampliamente nuestra colección. Mostrarla, cuidarla y ampliarla con criterios claros». «Desde Julio González a Ignacio Pinazo, pasando por las vanguardias, el informalismo de Tàpies y Saura o el Pop Art de Robert Rauchensberg o el Equipo Crónica, hasta los artistas actuales. Nuestra colección es de lo mejor de este país», presumió Cortés.

Para él, es fundamental «asentar nuestro proyecto específico, con personalidad y basado en nuestra Historia geográfica, social y cultural. Centrarnos en el Mediterráneo y Europa. Ese es nuestro espacio, de dónde venimos y estamos, el que conocemos bien y del que podemos crear proyectos hacia todo el mundo». En este sentido, apostó por «estrechar relaciones» con museos internacionales similares al IVAM para continuar organizando exposiciones «cada vez más importantes y de mayor calidad». «Buen ejemplo de ello -dijo- han sido las de Joan Miró, Fernand Léger o Jean Dubuffet». Recordó, además, que «en estos últimos años hemos establecido contactos con museos de Inglaterra, Francia, Italia, Portugal o Holanda. Tenemos que asegurarlos y ampliarnos a otros países».

Tampoco se olvidó Cortés del arte en femenino. Defendió la labor del IVAM por «otorgar un papel fundamental a las mujeres en toda la programación del museo. Las mujeres son más del 50 % de la población y merecen estar representadas de acuerdo con su importancia. Hasta ahora han estado en segundo plano y en nuestra colección tan solo representaban el 14 %. Esto debe acabar», avanzó.

Promoción del cómic

Además, destacó su interés en que «incidir en nuestra especificidad creativa es fundamental para poder aportar al debate general. En el IVAM apostamos, y continuaremos apostando, por el cómic con exposiciones colectivas o individuales». Defendió, así, «su inclusión en nuestra colección como una obra más al lado de la pintura, la escultura o la fotografía», al tiempo que recordó la creación de la fanzinoteca en la Biblioteca general del museo. «El IVAM ha sido el primer museo español en prestar la atención debida al cómic y vamos a ser el que tenga la mejor colección de cómic de España», explicó.

Para Cortés, continuó, «tan nocivo es quedarse encerrado en lo local, como tan solo valorar lo internacional». Por ello, añadió «vamos a continuar trabajando por esa doble vertiente: no olvidar de dónde venimos ni quiénes somos para entender mejor la creación artística y cultural».

En su intervención, Cortés explicó que el IVAM debe ser capaz de construir «un museo del conocimiento, pero también de las sensaciones». Por ello, dijo que «deberíamos ser capaces de crear una nueva relación con los espectadores, dejar de concebir al público como un mero consumidor de productos culturales e imaginar modelos de participación que logren potenciar su creatividad y generar experiencias más significativas. Es decir, concebir el museo como un espacio público». Para el director del IVAM ese objetivo pasa por profundizar en las tareas educativas, ampliar el número de actividades culturales y favorecer la participación.

Además apuntó a un modelo de museo «capaz de relacionarse con museos de otros países y también de crear barrio y ciudad». Para Cortés, se trata, por tanto, de «expandir el museo ocupando espacios poco habituales para acercar la creación artística a los espectadores o contribuir a hacer la ciudad «más amable, participativa y democrática». «El IVAM se debe convertir no solo en un motor de difusión del conocimiento y la experiencia estética, sino también en un espacio de participación en el que los usuarios son parte activa. El museo ya no es el propietario único de unas obras, sino el custodio de unos bienes que nos pertenecen a todos y favorece la creación de un saber compartido», dijo.

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