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Custo Dalmau Diseñador

"Nos hemos relajado y ya no hay tanta preocupación por cómo ir vestido"

«La moda es un impulso emocional, nadie necesita la moda, la ropa sí», reflexiona

Custo Dalmau en la Ciutat de les Arts. Fernando Bustamante

Julia Roberts lució por primera vez prendas de Custo Barcelona en la película ‘Novia a la fuga’ (1999). Desde entonces, Hollywood adora la marca. Hoy, por primera vez, Custo Dalmau muestra sus diseños en València.

En el año que celebra sus 40 años de carrera, se estrena en València. Nunca es tarde.

Sí, es curioso. Era una de las ciudades que nos faltaba para poner la chinchetita. Hemos desfilado en muchas partes del mundo pero en València nunca.

Presenta la colección «I trust me» (confío en mí). ¿Va con segundas o es una declaración de intenciones?

Es una colección que va dirigida a las mujeres que se sienten seguras de sí mismas y que quieren expresarlo vistiendo con un cierto riesgo. Nuestra colecciones son de piezas emocionales, tratamos de seducir a las mujeres y emocionarlas para que decidan si se visten con lo nuestro o no. Esta es una colección basada en la experimentalidad, tanto en volúmenes y líneas como en materiales. El color es importante en todas las piezas porque es nuestra genética.

Color y estampados. ¿Es lo que necesitamos para poner luz a esta época gris?

Nosotros siempre hemos apostado por el color y no vamos a hacer una excepción en un momento tan gris como este.

Ahora que en la red todo está al alcance de la mano, ¿para qué sirve un desfile?

En que es algo físico que puede ser transmitido digitalmente. De hecho, a través de las redes, la difusión de todo lo que hagas online es mucho más extensa.

El clec más que una pasarela es un festival. ¿Es hacia donde se dirige el sector?

Con el mundo digital lo que se necesitan son muchos contenidos y estos tienen que ser reales. Un festival lo genera.

Usted también participa junto a Bernd Knöller en un showcooking.

Al fin y al cabo es creatividad y nosotros vivimos en un mundo creativo.

¿Tiene la sensación de que ahora todo el mundo viste igual?

La gran masa siempre ha vestido igual. Vestir ropa es algo necesario, la moda no. La moda es un impulso emocional, nadie necesita la moda, la ropa sí. A nivel gran masa, la gente ha utilizado ropa más que moda y la gente por eso viste muy parecido.

¿La gente viste ahora mejor, peor o igual que antes?

Ha habido mucha información a cerca de lo que es moda, estilismo o vestirse de una manera correcta o menos correcta. La gente se ha preocupado por el valor estético de cómo vestir. Cuando yo era pequeñito, la gente iba muy bien vestida y se preocupaba por su estética. Bueno, también hay que definir qué es ir bien vestido. Pero sí, se preocupaban por el aspecto. Creo que se ha relajado mucho y ahora hay mucha información pero no tanta preocupación por cómo ir vestido.

El mundo de la moda ha cambiado. ¿A mejor o a peor?

Ha avanzado mucho. Hace 40 años, la moda era algo muy elitista y ahora todo el mundo entiende qué es la moda y puede acceder a ella.

¿Y el negocio cómo ha evolucionado?

Ha cambiado muchísimo. Cuando nosotros empezamos, la industria de la moda era de una manera que poco tiene que ver con la actual. Primero no estaban los grandes monstruos globales que existen hoy en día y dominan el mercado; ellos imponen bastante al consumidor que es lo que quieren vender. Esto, hace 40 años, no existía. Había muchos pequeños proyectos que iban alimentando el mercado cuando ahora, una parte se la comen entre pocas grandes compañías. Y eso marca que la gente vista muy igual, porque mucha parte de ese consumidor compra ahí.

Usted fue el pionero en convertir las camisetas en objetos de lujo, ¿llegó a imaginar que se convertirían en prendas fetiches?

Nosotros nos metimos en esto sin tener ni idea de lo que era la moda. Yo estudié arquitectura y mi hermano arte. Nos interesaba el diseño gráfico y nos parecía interesante poner nuestros grafismos en una camiseta en vez de en una pared. La camiseta para nosotros siempre ha sido el pilar que sustentaba este proyecto. También porque es la pieza más versátil que hay en un vestuario y se puede utilizar en muchas ocasiones. Es nuestra pieza más vendida.

¿Le molesta que, con todo lo que ha hecho, se le siga definiendo como diseñador de camisetas?

No, todo lo contrario. Nos sentimos superorgullosos de la camiseta y ojalá tengamos camiseta por muchos años.

¿Cómo lleva que le copien su personal estilo?

Estamos acostumbrados. Ya no nos preocupa nada. Estamos inmunizados.

¿Cómo sobrevive un diseñador independiente en un mundo globalizado y dominado por las grandes marcas?

A base de mucha creatividad y de diferenciarse de lo que hacen los gigantes.

Pero en València, por ejemplo, cada vez hay menos tiendas donde poder adquirir sus prendas.

La venta ahora es online, ese es el camino claro. Los consumidores de menos de 30 años, todo lo compran a través del teléfono, y si no lo pueden hacer así, no les interesa. El comercio tradicional está sufriendo mucho.

¿Que una influencer luzca una de sus prendas, le beneficia o perjudica?

Los referentes siempre ayudan aunque puede que a alguien le moleste. Nosotros tuvimos mucho éxito cuando Julia Robers vistió una de nuestras camisetas y Hollywood se fijó en nosotros. Ahora las cosas están cambiando y una influencer puede tener tanto o más alcance y poder que una gran actriz

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