Sociedad Filarmónica de València
L'Almodí (València)
Intérpretes: Linda Hedlund, violin y Floraleda Sacchi, arpa
Obras de Eugene Bozza, Camille Saint-Saens, Jules Massenet, Isaac Albéniz, Carlos Gardel, Claudia Montero, Alberto Ginastera y Astor Piazzolla
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Mucho público en el Almudín ante el atractivo de un instrumento poco habitual (Nicanor Zabaleta, Marisa Robles y Rosa Calvo Manzano dejaron, hace decenios, ecos magistrales en la SFV). Con un programa de amplio espectro, se presentaron Linda Hedlund y Floraleda Sacchi, violín y arpa respectivamente. Fueron, en su mayoría, pequeñas piezas de compositores argentinos con la delicada y sentida inclusión del "Buenos Aires; despierta y sueña", de Claudia Montero, quien durante años compartió docencia y nostalgias en nuestra ciudad.
Muy a pesar de su intención, las artistas invitadas se escucharon alejadas, sin complicidad de verdadero dúo ni la deseada confluencia emocional. El violin de Hedlund sonó desvaído y con dudosa afinación mientras que Sacchi se excedía en percutir la caja sonora (près de la tavola). Hubo mejor enjundia en la "Fantasía para violín y arpa, Op.124," de Saint-Säens, cuya estructura de seis movimientos exige colaboración extrema para que las texturas intimen sin confrontación. Sin duda, fue la "Meditación", de Massenet, de su ópera Thais, el momento mas logrado del concierto. La cuota nacional llegó con el Tango, de Albéniz, "arreglado" por Kreisler continuando con "Por una cabeza", tango difundido gracias a la película "Perfume de mujer," de Al Pacino.
Siempre en modo austral, su versión de la Canción (que no milonga) al árbol del olvido, de Ginastera, llevó un tempo excedido y fuera de cadencia. En el bloque final dedicado íntegramente a Piazzolla, Hedlund interpretó el difícil Tango-Etude nº 4, para violin solo y Sacchi el conocido Oblivion, en versión de arpa sola, que tanto y tan bien hemos escuchado en muchas ocasiones. El sucinto programa resultó además recortado, con unas Estaciones Porteñas incompletas. Los socios aplaudieron amablemente pero sin el esperado entusiasmo.