El levantinismo puso ayer la primera piedra de su próximo proyecto: Renovó, en un acto social cargado de emoción, al estandarte de su época más gloriosa. A su gran capitán, Sergio Ballesteros, el futbolista sobre el que se asientan los valores que consagran al equipo en Primera División. A sus 35 años, con su imponente figura de jugador de balonmano, el defensa valenciano firmó su continuidad por una temporada más. A sus 35 años, Ballesteros contradice las leyes de la naturaleza. Va sobrado de energía para seguir al pie del cañón y la respetan las lesiones. "Espero que no me quede solo un año y que me queden fuerzas para continuar algún año más. Me siento con muchas fuerzas y me sobra la ilusión. Tengo muchas ganas de continuar", dijo con el ánimo de un chaval.

El Levante UD convirtió en una fiesta la renovación de Ballesteros, un acto que reflejó la concordia que vive el colectivo de Orriols. Futbolistas, consejeros, empleados y aficionados acompañaron al capitán en un homenaje inédito en el estadio Ciutat de València. Jamás se celebró con tanto jolgorio la continuidad de un futbolista "granota", un canterano que regresó al equipo hace tres años sin sospechar un final de carrera tan brillante.

Con los ojos vidriosos por la emoción, el futbolista de Burjassot elogió dos figuras en su trayectoria como levantinista: Juande Ramos, el entrenador que le subió al primer equipo, y al presidente, Quico Catalán. "No sé cuántas veces te he dicho gracias. Es un orgullo para mí y lo sabes. Yo soy del Levante UD y es un orgullo que este club esté dirigido por ti. El Levante UD está empezando a ser un referente por lo que tú haces", le dijo el jugador a su presidente. Catalán respondió con la misma intensidad emotiva: "Gracias por querer seguir y por apostar por nosotros, por tu Levante UD y por tu casa. Muchos clubes querrían tener un Sergio Ballesteros", dijo.

El capitán "granota" no se olvidó de la afición. "Es magnífica. Es el orgullo de nuestro club. Nos sentimos muy cerca de ella", dijo. Al acto de renovación, celebrado en el palco VIP del estadio, acudieron, entre otros familiares y amigos, sus padres y su hija. También estuvo presente el entrenador Benito Floro, con quien Ballesteros coincidió en el Villarreal. Tampoco faltaron los ex jugadores Fede Marín y Raúl Chilet en representación de la plantilla en la que jugó Ballesteros al principio de la década de los noventa. Después jugó en el Tenerife, Rayo, Villarreal y Mallorca, antes de volver a vestirse la camiseta azulgrana.