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¡Levante, Levante!

Salvador Regües

Hoy es un día muy indicado para que la hinchada granota demuestre sus poderes. Antes del comienzo del partido han de comenzar sus cánticos de aliento. Los jugadores levantinistas tienen que escucharlos al llegar al Ciutat de Valencia y luego desde el vestuario. Les valdrá para llenar sus depósitos de moral y confianza en si mismos. «L´any 1909, naix el club que porte al cor, blaugrana es seus colors, ¡Llevant Unió Esportiva!…» Después, cuando salgan al campo y mientras disputan el partido, no ha de pasar un solo segundo sin cánticos en las gradas «¡Levante, Levante!» y «¡Vamos mi Levante, vamos campeón!..."« El Osasuna, un buen equipo muy difícil de batir que cortó la racha victoriosa del Levante en la primera vuelta, ha de notar la presión de la hinchada granota y comprobar que en el Ciutat de Valencia no juega solo el equipo levantinista, sino que en cada pase, en cada robo de balón o en cada remate va acompañado por el ánimo de miles de aficionados.

En anteriores ocasiones esta hinchada granota se suele manifestar de manera intermitente pasando muchos minutos en el más absoluto silencio. Está acostumbrada a reaccionar y animar impulsada por el equipo, cuando éste empieza a acosar con insistencia el área rival. Pero debería ser al contrario, que la hinchada impulsara más veces al equipo en sus momentos de decaimiento. Deseamos que hoy pase así y no decaiga su aliento. Entre otros motivos, porque el Levante se encuentra inmerso en la tarea de conseguir unos objetivos con los que no soñaba ni de lejos antes de comenzar la presente liga.

En ella, a pesar de sufrir baches puntuales, se ha mantenido en puestos de privilegio y ahora, si lo hace medianamente bien hasta el final de campeonato, está en condiciones de plantarse en una competición europea. Si fuera en la Champions recogería una cantidad de euros suficiente para reforzar la plantilla ya que, como bien explicó en un artículo de esta semana el cronista de este diario José Manuel Bort, sería un dinero disponible para gastar al no entrar en el pacto del concurso de acreedores.

«¡Vamos mi Levante, vamos campeón…!» escuchamos en casa si cerramos los ojos. Junto a este cántico revisamos mentalmente los goles de los dos últimos partidos en «cuatro días de oro» para el levantinismo.

Los vemos y cantamos gol con el conseguido por Rubén de endiablado disparo que remató Xavi Torres ante el Villarreal, con la perfecta ejecución de Barkero marcando el penalti ante la Real, con la rápida carrera de Koné que terminó con un tiro cruzado en la meta realista y con el gol en el último minuto de Xavi Torres – se está especializando en marcar en ese minuto, lleva dos seguidos – en la misma meta realista.

«¡Qué alegría vivir!» se titulaba una magnífica comedia de René Clément de 1960 protagonizada por Alain Delon. «¡Qué alegría vivir!» afirmamos sumidos en la felicidad que nos da el Levante actual. Vivimos ansiando la llegada de cada partido como el de hoy ante el Osasuna.

Porque si lo gana el equipo de Juan Ignacio Martínez, demostrando de nuevo la indudable calidad de sus jugadores, tal vez vayamos a Mestalla igualados al máximo con el Valencia.

Y allí ya será otra historia, ¡pero menuda puede ser!

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