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Un deprimido Valencia Basket cae con claridad en Santiago

Los «taronja» cosechan su derrota más amplia de la temporada en la Liga Endesa - El equipo de Vidorreta acusa la falta de un base ante un Obradoiro casi infalible desde el triple

Un deprimido Valencia Basket cae con claridad en Santiago

El Valencia Basket sufrió su derrota más amplia esta temporada en la Liga Endesa ante el Obradoiro en Santiago. El conjunto «taronja» acusó en exceso la ausencia de un base en la pista. Pese al trabajo de Abalde, San Emeterio o Rafa Martínez, el plantel valenciano tuvo problemas de fluidez en el juego que supo castigar y aprovechar el equipo gallego.

El aspecto anímico también pesó. Con el partido ante el Khimki muy reciente y la grave lesión de Van Rossom, los pupilos de Vidorreta evidenciaron no estar con la fortaleza mental de otros encuentros para sobreponerse a las enormes dificultades que se encuentran día tras día. A todo ello se unió la inspiración del Obradoiro.

El bloque de Moncho Fernández tuvo un acierto desde el triple cercano al 70% que terminó por sacar del choque a los «taronja». El Valencia Basket cede de nuevo la segunda plaza al Barcelona y ve como se comprime la tabla por arriba. Momento de cerrar filas y rearmarse.

El partido duró dos cuartos

Un entonado Radovic desde el triple marcó la primera ventaja en el marcador para los gallegos (8-0). Se rehizo el conjunto «taronja» con sangre fría, mejorando en defensa y con Pleiss y Sastre como ejecutores (14-14). El equilibrio en el marcador se mantuvo hasta el final del primer cuarto (21-21).

El segundo período se puso cuesta arriba para los valencianos ya que el Obradoiro con un inspirado Corbacho que anotó cuatro triples consecutivos encendió las primeras alarmas para los «taronja» (46-29). En esta situación compleja el Valencia se levantó para llegar con vida al descanso(48-39). La segunda parte fue letal y prácticamente marcó el desenlace del choque.

El Obradoiro aceleró el ritmo del partido con acciones ofensivas que apenas podían contener los «taronja» que se vieron con el agua al cuello tras una canasta de Radovic (68-50). La herida se fue agrandando en el último cuarto. El conjunto de Vidorreta simulaba a un boxeador noqueado que encajaba canastas sin parar mientras el electrónico se iba a números de escándalo (87-62).

El orgullo recortó diferencias aunque no evitó una derrota que estaba ya cantada.

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