El Villarreal se mantuvo ayer en silencio sobre la entrada en prisión de Rubén Semedo, con la argumentación de que debía estar centrado en el partido que el equipo jugaba ante el Olympique de Lyon, de la Liga Europa. Conocedor ya la decisión de la juez de enviarlo a prisión, el club estudia cómo salir de este embrollo. Si decide expulsar al futbolista, perdería los 14 millones de euros que pagó por él en verano, pues perdería la opción de una posible venta. La cuestión es que, dadas las perspectivas actuales, esa posibilidad, ahora mismo, es muy remota. El club espera a que los abogados de la defensa obtengan la libertad, con cargos, en los próximos meses hasta la celebración del juicio. Pero, en ese caso, debería seguir pagando la ficha del futbolista, con contrato para 4 años más.

El convenio colectivo de la AFE no contempla esta situación como una falta grave o muy grave, al estar fuera del ámbito profesional. Sea lo que sea, es evidente que el Villarreal sale muy dañado por el encarcelamiento, y los tres juicios pendientes, del futbolista, de quien había recibido buenos informes tras su temporada anterior en el Sporting de Lisboa.