P ¿Dónde aprendió a regatear?

R En el parque de San Isidro, en Getafe, enfrente del colegio, jugando con los amigos.

P ¿Y qué se siente?

R Una sensación de confianza y de bienestar dentro del terreno de juego.

P En su fabuloso gol de la semana pasada al Betis, incluso el toque de Bartra para arrebatarle el balón, lo utiliza usted como un autopase. Eso es muy del fútbol de la calle.

R Uno pelea cada balón para que sea suyo. Yo pensaba que esa jugada iba a terminar, pero vuelvo a iniciar la carrera y a mirar a portería. Yo sé que no llego al balón y cuando Bartra se desliza, creo que se la va a dar a otro jugador. Pero se me queda franca para seguir con la velocidad.

P Lo más difícil es llegar ahí, a la definición, sin déficit de oxígeno.

R Cuando avanza la jugada, tú vas concentrado en el balón y casi te olvidas la respiración. Es algo que fluye solo. La respiración es un movimiento involuntario del cuerpo. Me olvido de si me falta el aire, me centro en el balón, en los rivales o en el compañero. Voy pensando y cuando me adentro en el área, veo que se acerca un jugador del Betis (creía al principio que era el central Mandi, después vi a Canales). Sé que viene con velocidad alta para taparme el tiro, en ese momento pienso (porque me he criado en el fútbol sala) y decido recortar porque sé que se va a tirar al suelo.

P Y define con el exterior ante el portero Pau López.

R Sí, porque el balón se me quedó largo para pegarle con el interior y corto para la izquierda. Doy el último paso y meto el exterior del pie.

P ¿Se extingue la figura del regateador?

R Mientras esté Messi, no se extingue. Sí es verdad que el fútbol ha evolucionado mucho: casi todos los equipos tienen mecanismos de circulación de balón y, hasta que no llegas a tres cuartos, no se ven estas jugadas. Pero al final tiene que haber uno que sea la excepción a la regla.

P ¿Y aparte de Messi?

R Guedes el año pasado en el Valencia; Piatti en el Espanyol...son jugadores diferentes.

P ¿Se considera un futbolista de barrio?

R Sí, no he pasado por ninguna escuela de élite. De hecho, yo jugaba al fútbol sala y un entrenador me vio en un campeonato de fútbol sala de Navidad y me mandó a hacer las pruebas del Madrid, pero no trascendió. Seguí haciendo mi vida en el parque y jugando al fútbol como mera diversión.

P ¿No se imaginaba que llegaría a ser un jugador de élite?

R No, para nada, no era mi meta. Si tienes que llegar, llegarás, pero hoy en día las canteras hacen mucho daño. Un niño, por jugar en la cantera del Madrid siendo de fuera, pierde casi su infancia. Estás encerrado en una residencia, dejando a tu familia y a tus amigos lejos. Cuando tienes esa edad, hay que disfrutar. El fútbol es disfrutar y si tiene que llegar, ya llegará.

P ¿Usted no habría sido mejor jugador de haber pasado por una academia?

R Habría sido igual o incluso peor porque no lo habría pasado bien como lo pasé con mis amigos con quienes íbamos al colegio juntos. De haber estado en un Real Madrid o un Atlético, todo eso es presionar al niño: solo se centran en sí mismos para llegar arriba. En esas canteras, tienes que tener un nivel altísimo para quedarte porque tienen plantillas muy cortas y muy selectivas.

P ¿Ha marcado más goles como el del Betis?

R Alguno hay por ahi. Uno contra el Valencia en el Ciutat de València: cogí el balón en el centro del campo. Ese mismo año uno contra el Getafe, también desde el centro del campo; el año pasado contra el Athletic, desde tres cuartos de nuestro campo... y a tirar ´palante´. Uno tiene que explotar sus virtudes al máximo. Cuando creo que puedo hacer daño con esas conducciones y mi velocidad, tiro adelante. Soy un jugador de velocidad con balón. Es una manera también de sacar al equipo hacia adelante. Y el equipo respira. Sobre todo contra estos rivales que con el balón te desgastan mucho como el Betis. Lo normal, con un 77% de posesión como tuvieron ellos... es un porcentaje muy alto para que se diera el resultado que se dio (0-3, ganó el Levante en el Villamarín). Pero nuestro trabajo defensivo fue muy bueno.

P Pasó por el Brunete, el Parla, el Fuenlabrada. ¿Qué aprendió?

R En el Brunete, conceptos de fútbol no aprendí, pero disfrutaba como lo que era, como un niño. No iba a entrenar para aprender. Éramos todos amigos. Y lo pasábamos muy bien en los entrenamientos y en los partidos. Yo he tenido la suerte de entrenar a niños de siete, ocho o nueve años, y es imposible echarle una bronca a un niño que viene a divertirse. Intentas ayudarle y reírte con ellos y con su espontaneidad. En el Parla y el Fuenlabrada, ya en Tercera, ya fue otra tesitura, ya había otra presión y otros objetivos.

P Y llega al filial del Levante con 24 años. Un poco raro, ¿no?

R Me sorprendió que un filial me llamara. El Levante fue a ver a un compañero mío y se quedaron conmigo. Me llamó Félix Vicente, que era el preparador físico del primer equipo. Me preguntó si me interesaría. ¿Cómo no voy a querer ir a jugar a un filial con el primer equipo en Primera División? Una semana después recibí la llamada de Mora.

P ¿Qué se encuentra en ese filial?

R Un equipo en Tercera con mucha ambición. Fue un año espectacular, quedamos segundos y el San Fernando nos eliminó en la segunda ronda del playoff.

P ¿Cuándo sube al primer equipo?

R El Levante coge una plaza de Segunda B, renuevo y jugamos playoff a Segunda A. Y a final de temporada, José Gómez me dice que me van a hacer contrato profesional con el primer equipo. Con 26 años, decido salir cedido porque el salto de Segunda B a Primera era muy grande.

P La cesión al Eibar, como le pasó a Silva, le sentó muy bien. ¿Qué tiene el Eíbar?

R El pueblo está metido en un valle, la vida es más tranquila, y era un recién ascendido a Segunda sin la presión de subir a Primera. Se juntó un grupo con ilusión y conseguimos el primer ascenso del Eibar a Primera. Y me sirvió para quedarme al año siguiente en el Levante.

P ¿Cuándo se consolida en el Levante?

R Con 27 años, con Mendilibar, la pretemporada fue muy buena, pero me dejó sin convocar la primera jornada. Eso me trastocó la mente, pero a la semana siguiente fui titular.

P Mendilibar, sin embargo, fue destituido poco después.

R En la novena jornada llega Lucas Alcaraz y me pasa lo mismo que con Mendilibar hasta el partido del Valencia CF: Alcaraz me sacó cuando quedaban 20 minutos, encajamos el gol y, nada mas sacar de centro, marco y eso marca un antes y un después en mi carrera.

P ¿El entrenador más importante de su trayectoria?

R Los que tienes cuando eres pequeño: los que te hacen ver que el fútbol forma parte de tu vida, pero no te causa los problemas que te causa la vida. El fútbol profesional es cumplir objetivos, y si no los cumples, te pasa lo que en las canteras de los grandes equipos, que exigen un nivel muy alto. Vives pendiente de lo que va a pasar el año siguiente y no disfrutas del momento.

P Cuando llega Paco López al primer equipo, al final de la pasada campaña, adelantó su posición porque él dice que usted es un magnífico definidor. ¿Nadie se había dado cuenta antes?

R Paco vio que yo podía hacer mucho daño a los rivales por la velocidad, me lo comentó y yo encantado. Antes de llegar al filial del Levante jugaba en esa posición: marqué 20 goles jugando de delantero el año antes. Siempre he tenido la suerte de ver portería. La mejor forma de definir es como si fueras a dar un pase al compañero. Tirar más fuerte no te asegura el gol.

P Explique su química con Roger.

R Llevamos jugando desde que llegamos el mismo año al filial. Si nos pusieran una venda, sabríamos qué va a hacer el otro. Es bastante fácil porque es un jugador con mucha movilidad, que desgasta mucho a los rivales y crea espacios.

P ¿Cómo les quitó el miedo Paco López?

R Paco había visto todos los partidos y cuando entró en el vestuario nos lo dejó muy claro: ´Estoy viendo un equipo muy temeroso´ por la dinámica negativa. Y nos pidió que disfrutáramos y que nos olvidáramos de sufrir, que sufrir se sufre en la vida, no en un terreno de juego.

P ¿Que fútbol le gusta?

R Soy un jugador de ataque y me gusta cuantas más veces llegar a la portería contraria, mejor, y cuanto antes, mejor. Prefiero ganar 5-4 que 1-0. También me gusta el equipo rival en nuestro campo, nosotros replegados,y pudiendo aprovechar mi velocidad. Soy un jugador de contraataque.

P ¿Algún hobby fuera del fútbol?

R Soy un chaval que escucha mucha música. Y estoy estudiando inglés por si en algún momento tengo que salir fuera para ser entrenador o preparador físico.

P ¿Qué tipo de música?

R Todo tipo de música, me gusta cantarla, aunque no sé... soy mucho de Marea, Rosendo...

P ¿Sus padres tenían que ver con el fútbol?

R Mi padre era electricista y mi madre, después de cuidar de los cuatro hijos, entró en una empresa de limpieza. Una familia en la que jamás hemos tenido muchas cosas y eso hace que valores mucho más lo que vas consiguiendo a lo largo del tiempo.