Once años sin disputar una final supone una de las sequías más largas de la historia de un Valencia en plena cuenta atrás para soplar sus primeras cien velas. Solo el periodo entre 1980, con la Supercopa de Europa frente al Nottingham Forest, al 1995 con la final de Copa ante el Deportivo, descubre un paréntesis mayor. Entre medias, la llamada maldición de Koeman, que vista en perspectiva fue en realidad la de Messi, rival en tres semifinales, y el gol maldito de M'Bia que abortó una final de Liga Europa. El partido para romper el hechizo ha llegado y es esta noche, frente a un Betis con el mismo entusiasmo social que los casi 50.000 valencianistas que se quedarán afónicos para que su equipo, con Jaume Doménech y diez más, más que reescribir la historia, se reencuentre con ella.

Toda la temporada del Centenario pasa por la vuelta de la semifinal de Copa. La posible final marca la frontera entre la expectativa y la frustración de una campaña hasta el momento dominada por el trote lento de 15 empates y solo 6 victorias en 25 partidos de Liga. Con la final a disputar el 25 de mayo, una vez finalizado el campeonato doméstico, la ocasión de salvar el año se mantendría con independencia de los objetivos conseguidos en LaLiga y con el aliciente de un desplazamiento masivo de aficionados para intentar tumbar a un rival de gran altura.

El partido abre, de hecho, la celebración estricta del Centenario, al jugarse en la víspera del 1 de marzo, fecha en la que en 1919 Augusto Milego, Gonzalo Medina, Andrés Bonilla, Pascual Gascó, Julio Gascó y Fernando Marzal (otro fundador, Pepe Llorca, no figura en el documento al ser menor de edad, 16 años) redactaron el Acta Constitucional del Valencia Football Club. El día atribuido a la fundación, el 18 de marzo, corresponde a la aprobación definitiva de los estatutos por parte del gobierno civil, pero el Valencia ya estaba en marcha desde dos semanas atrás.

La sensación de ligera ventaja obtenida en el partido de ida en el Villamarín, un 2-2 a defender en Mestalla, se ha matizado con la incapacidad valencianista de sacar adelante los tres encuentros de Liga disputados desde entonces y en los que partía como favorito: ni contra Real Sociedad, Espanyol y Leganés se pudo lograr la victoria. Por contra, el Betis, que había entrado en una peligrosa espiral con la eliminación europea frente al Rennes y dolorosas derrotas en Liga frente al Leganés, de las que se ha desquitado a tiempo, en la última jornada, con una cómoda victoria en Valladolid por 0-2 con la que recobra el entusiasmo antes del decisivo partido en Mestalla. En el choque disputado en el Nuevo Zorrilla, la participación del exmediapunta del Valencia Sergio Canales fue decisiva.

Marcelino remarcó que Jaume Doménech será titular y también recupera a Gonçalo Guedes tras descansar en Leganés. La carta del portugués puede ser fundamental frente a un Betis que sufre por las bandas, al haber encajado 9 de sus últimos 12 goles desde los centros laterales y que además no contará con la potencia defensiva de Junior Firpo, lesionado, y jugará Guardado. Otro de los puntales será Gayà, uno de los jefes espirituales del grupo y cuya nariz maltrecha no le impedirá batallar: «El equipo está muy bien, con muchas ganas de que llegue el partido y muchísima ilusión por jugar una final», señaló en declaraciones ofrecidas por el club. «El Betis es un gran equipo, pero el Valencia tiene sensaciones muy buenas. La llamada de la selección absoluta me dio confianza y pienso que aún tengo 23 años y mucho margen de mejora. He tenido la suerte de vivir sensaciones únicas como la remontada ante el Basilea».