El Valencia Basket puso fin de una tacada a su mala racha en Andorra, donde había caído en las dos últimas visitas, a su mala dinámica como visitante, con tres derrotas en cuatro encuentros, y a la imagen de dudas dada en Gran Canaria en la última jornada. Los «taronja» sumaron un trabajado triunfo en el Principado exponiendo las armas del tesón, la intensidad y el talento como argumentos. Las dudas sobre si el equipo estaría o no pensando en la final de la Eurocup del próximo martes afloraron principalmente entre el segundo y el tercer cuarto, cuando el choque mostró síntomas de ruptura en favor de los locales. No fue así. El Valencia Basket se vio tocado en su orgullo y con un dirección firme de Vives y una gran aportación de Dubljevic al final, revertió una situación difícil para ganar. Ponsarnau recuperó, además, para la causa a Labeyrie. El francés, errático en los últimos duelos, salió de titular y se entonó con el paso de los minutos. Recuperar la confianza de todos los jugadores es una obsesión para el técnico catalán y ayer lo consiguió. Diot también tuvo su parcela de minutos, mientras que otros como Will Thomas fueron dosificados. Buena fórmula para llegar en un estado óptimo al encuentro ante los alemanes que marcará el objetivo del año.

Reacción de orgullo

Con la lección aprendido de lo vivido en Gran Canaria en la última jornada, el Valencia Basket saltó serio a la pista con criterio en ataque y sobre todo con una buena intensidad en defensa. Vives tomó las riendas en el quinteto «taronja» para conseguir las primera ventajas en el marcador y así obligar a Ibon Navarro a pedir su primer tiempo muerto (5-13). Reaccionaron los andorranos gracias con la aparición de jugadores como Albicy o Vitali que endosaron un parcial de 11-2 para llegar al final del primer cuarto con ventaja local (16-15). Se entonaron los de Ponsarnau en el segundo cuarto con los triples de Matt Thomas y que sirvieron para retomar la delantera (21-27). Sin embargo el equipo valenciano volvió a pecar de inconsistente, situación que aprovechó el Andorra para volver a ponerse por delante de nuevo con Albicy como protagonista, al que se unió el exjugador «taronja» Shurna (31-27). En un juego de errores por parte de los dos conjuntos el duelo se fue al descanso igualado (37-37).

El paso por los vestuarios no le sentó bien al Valencia Basket, que se metió en una dinámica de problemas para anotar, que hizo que el Andorra para lograr su máxima ventaja hasta ese momento (43-37). El cuadro «taronja» se mostró desnortado con el paso de los minutos y con las ideas muy nubladas de cara a afrontar el aro contrario. Los de Ibon Navarro, más por demérito de los valencianos que por méritos propios, fueron ganando confianza para encender todas las alarmas en los de Ponsarnau después de un triple de Jelinek (58-45). El último cuarto no pareció en sus comienzos vaticinar ningún cambio y los locales mantenían una cómoda ventaja después de otro lanzamiento de tres puntos de Albicy (65-55). Con la situación complicada tres triples consecutivos, dos de ellos de Vives, el Valencia Basket estrechó de nuevo el electrónico y dio un giro a la dinámica del choque (65-64). Esta línea ascendente prosiguió hasta recuperar la delantera en el marcador tras muchos minutos por detrás y gracias a un clarificador parcial de 9-24 (67-69). El Andorra, que llevó el partido al límite en intensidad despertó el instinto ganador de los «taronja» que llegados a ese punto dejaron al margen la final de la Eurocup para irse a por el triunfo. Guiados por Dubljevic, que estuvo muy respaldado por un reforzado Labeyrie, los «taronja» llegaron al último momento con una mínima ventaja. Albicy, el mejor de los locales, quiso la gloria con un triple para ganar, pero falló en la última jugada.