Propulsados a las semifinales

Las semifinales ya esperan. El Valencia Basket superó con sufrimiento, pero de manera justa, al Unicaja en un encuentro dominado de manera clara hasta el descanso, pero que se complicó en la segunda mitad. Los valencianos, que se medirán al Real Madrid, vuelven a unas semifinales dos años después.

El Valencia Basket salió dispuesto a marcar su territorio y a minar desde el principio la moral del Unicaja. Mike Tobey se convirtió en el referente de los valencianos. El pívot norteamericano le ganó totalmente la partida en la pintura a Shermadini, lo que unido al acierto exterior y las constantes pérdidas de balón del cuadro malagueño marcó la primera renta reseñable del encuentro (20-6). El cuadro de Ponsarnau mostró una enorme trabajo defensivo que apenas permitía tiros cómodos a los andaluces y que desembocó en el 25-10 al final del primer cuarto. El Unicaja encontró un parcial de 0-7 en el inicio del segundo período, aunque el Valencia Basket no se descompuso gracias a la dirección y el acierto de Vives y el dominio bajo aros que le permitió mantener su ventaja (34-20). El acierto puntual desde el triple de los de Casimiro sirvió para contener el equilibrado juego de los «taronja», en el que Tobey siguió destilando grandes minutos. A los malagueños les valieron los cinco triples convertidos para llegar con vida al descanso que se vio convulsionado por una fea falta de Dani Díez a Diot no señalada y que conllevó un trifulca desarrollada principalmente por los visitantes (42-31).

Todo se apretó al final

El paso por los vestuarios sentó mejor al Unicaja que al Valencia Basket. El conjunto de Ponsarnau tuvo más problemas para anotar, mientras que los malagueños encontraron en Shermadini a su particular desatascador junto al despertar de Milosavljevic y la buena dirección de Jaime Fernández, para poco a poco ir reduciendo su desventaja y dejar todo por decidir al final del tercer cuarto (58-51).

La oleada malagueña siguió firme en el último capítulo del encuentro gracias a los puntos de Shermadini y el liderazgo de Roberts. Los valencianos comenzaron a mostrar dudas y desencadenó en un triple de Waczynski que situó al Unicaja por delante por primera vez en el choque (60-61). En este momento complejo el Valencia Basket evidenció que nunca hinca la rodilla y que cree en lo que hace. Los «taronja» encadenaron un parcial de 15-3. Tuvo en Labeyrie al factor sorpresa (75-64). Con el choque envuelto en un alto voltaje, el Unicaja intentó de manera infructuosa evitar lo que era inevitable y aún logró estrechar algo el cerco, aunque se quedó sin tiempo. La Fonteta festejó el pase a las semifinales de los de Ponsarnau. Ahora espera, mañana, el Real Madrid sin apenas descanso y sin poder entrenar. Espíritu de «play-off» en esencia pura.