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Cuando el 'running' abraza la naturaleza

El Gran Fondo de Siete Aguas celebra su 40 aniversario y concentra a más de 1.000 atletas en una jornada solidaria

Cuando el 'running' abraza la naturaleza

El Gran Fondo Internacional de Siete Aguas celebró ayer su 40 aniversario en un entorno mágico en el que confluyeron la riqueza paisajística y la calidad del aire que atesora la Foia de Bunyol. En torno a 1.300 corredores se dejaron la piel durante dos horas de esfuerzo y sacrificio por los 15.150 metros actuales de la marcha. En un aspecto más técnico, la dificultad del recorrido fue moderada y, su pendiente máxima, de 8,5 %.

El ganador del gran fondo fue Houssame Benabbou Azizi, con un tiempo de 47 minutos y 41 segundos; en segundo lugar hizo su entrada Hassane Ahouchar, con un tiempo de 49 minutos y 35 segundos y, en tercer lugar entró Ouais Zitane, ganador de la edición del año pasado y que finalizó la prueba con un tiempo 50 minutos y 7 segundos.

En categoría femenina, la francesa Liv Westphal revalidó su triunfo del año pasado con un tiempo de 55 minutos y 20 segundos. En segundo lugar entró Yesica Mas con un tiempo de 1 hora y 13 segundos y, en tercer lugar, la argentina Karina Cordoba cruzó la meta con un registro de 1 hora un minuto y 49 segundos. Tanto Houssame como Liv estaban «plenamente satisfechos» y el propio Houssame confesaba que había sentido «la mayor emoción al ganar la prueba».

Asimismo, los corredores tuvieron hasta cuatro puntos de avituallamientos para obtener una dosis de energía con 1.200 kilos de fruta, 2.000 unidades de gel energético y 20.000 botellines de agua.

Lealtad con el medio ambiente y el compromiso con la solidaridad también latieron en una jornada que reunió hasta 30.000 personas, según datos de Protección Civil, entre corredores, acompañantes y visitantes.

La organización del evento junto a la fundación «Agua de Coco» ofrecieron un servicio de guardarropa solidario a todos los participantes y visitantes para que, con una aportación mínima de un euro, pudrieran depositar sus pertenencias. Esa recaudación estuvo destinada a la escolarización de niños y niñas en Madagascar y Camboya. Durante la entrega de dorsales, Cáritas de Siete Aguas realizó una recogida de alimentos no perecederos y productos higiénicos de primera necesidad como sal, aceite, leche en polvo o arroz. Además, la inscripción para las carreras infantiles, donde participaron alrededor de 400 niños, también se efectuaron mediante el depósito mínimo de 1 kg de alimentos no perecederos. El Gran Fondo de Siete Aguas contó un protocolo medioambiental que coordina las acciones de limpieza de los terrenos con el objetivo de reducir los riesgos de contaminación por botellas de los corredores.

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