De los 66 nuevos pilares que sostendrán el flamante techo del Ciutat ya hay seis que están en pie, justo los que se instalaron ayer en la primera jornada de la siguiente fase de las obras. Aunque no será hasta mitad de septiembre de 2020 cuando esté lista, motivo por el que se le ha solicitado a LaLiga jugar a domicilio hasta la cuarta jornada de la 20-21, los trabajos de instalación de la cubierta son cada vez más visibles. Para entonces, de acuerdo con el calendario previsto, todo el graderío estará a resguardo gracias a un anillo con el que también se arreglarán los actuales problemas de iluminación, ya que llevará leds incorporados. También se instalará la famosa skycam además de dos videomarcadores gigantes de 21x7 metros y nueva megafonía.

Posteriormente, ya en una segunda fase, se procederá a la redistribución de los espacios interiores, la construcción de zonas para hospitality y la instalación de una innovadora fachada exterior con forma de mosaico. El objetivo del Levante UD con esta reforma encargada a la ingeniería IDOM y ejecutada por Bertolín es transformar el Ciutat en un estadio moderno y de referencia entre los de clase media por su diseño funcional. El proceso, además, está orientado a mejorar la experiencia del espectador así como enfocado al apartado de gestión y rendimiento con independencia de si es día o no de partido. Después del retraso de la pasada temporada, atribuido oficialmente a una serie de problemas de redacción del proyecto, los trabajos arrancaron el 1 de julio y desde entonces están compatibilizándose con el calendario deportivo.

Pese a que las fases de la obra se han ido solapando, la que arrancó ayer fue la de la instalación de los 66 pilares perimetrales alrededor del estadio que van a reforzar los que ya existen y cuyo cometido no es otro que sustentar la cubierta. El proceso, muy técnico, pasa por levantar la base de unas columnas de 12 metros encajadas en perforaciones de 8 que a su vez refuerzan la sub-base. En los primeros meses los trabajos se han centrado sobre todo en mejoras de saneamiento, conducciones de aguas fluviales y cimentación. Una vez estén instalados los pilares, lo siguiente será colocar sobre ellos un anillo de compresión fabricado en acero que irá dando la vuelta al recinto y que se cerrará en la última fase por la zona de tribuna. Sobre este anillo, recubierto con una membrana de PVC, irán los cables tensados.

La imagen del techo será muy similar a la del Wanda o San Mamés, cuyo formato es el más habitual en los estadios modernos. Los últimos pilares se plantarán en el momento en el que haya acabado la temporada ya que para ello será necesario desmontar las torres de luces. A mediados de enero, para no coincidir con la campaña de Navidad y facilitar el acceso, se instalarán los que van en la zona de la Tenda. A partir de abril se desamiantará la uralita de tribuna y se acometerán los trabajos relativos a temas eléctricos. Y en verano, una vez esté protegido el terreno de juego se iniciará ya la fase de construcción del anillo.