El Valencia Basket muere en la orilla

El Valencia Basket hincó la rodilla por primera vez en la Fase Final de la Liga Endesa tras caer en un partido de poder a poder en el que al final los detalles marcaron el desenlace del choque. El equipo de Laso se sigue mostrando como un rival inaccesible esta campaña aunque bien es cierto que con una mejor percepción que la que se vio en la Copa del Rey de Málaga. El conjunto taronja demostró la capacidad de levantarse una y otra vez de los continuos arrebatos de un Real Madrid, muy exigido tras su derrota de hace dos jornadas y tuvo un momento clave en el tercer cuarto para tumbar a los madridistas. Ponsarnau, pese a no estar satisfecho por el resultado, debe estar reconfortado en cuanto a la aportación de su plantilla que poco a poco va sumando efectivos. Si Tobey o Abalde se encontraban en un buen estado de forma, Dubljevic, Marinkovic, Loyd, Sastre o Labeyrie aportaron. Una gran noticia de cara a los duelos exigentes que esperan a partir de mañana. Ahora mismo el grupo queda igualado a los topes con cuatro equipos (Valencia Basket, Real Madrid, San Pablo Burgos y Gran Canaria) a dos triunfos. El conjunto taronja se medirá mañana al conjunto burgalés obligado a no cometer ningún error para llegar con todas las opciones abiertas en la última jornada ante los insulares.

Comienzo muy intenso y exigente el que planteó el Real Madrid tras el salto inicial. El conjunto de Laso con un alto nivel anotador y bajo la batuta de Deck y Carroll tomaron las primeras ventajas en el electrónico (17-9). El Valencia Basket tuvo problemas para igualar el acierto de los blancos y lo intentó contrarrestar con el arrojo de Abalde y Sastre para achicar algo de agua y estrechar ligeramente el cerco (22-16). Los de Ponsarnau pese a estas acciones sufrieron para contener a Campazzo. El argentino, con dos triples en las últimas jugadas y aprovechando de irregular defensa de Colom, se elevó a su máxima ventaja al final del primer cuarto (31-21).

El segundo período del encuentro siguió por los mismos derroteros. Campazzo siguió campando a sus anchas anotando y asistiendo. Con un porcentaje prácticamente infalible desde el perímetro el choque se puso feo para los valencianos mediado el cuarto después de un triple de Randolph (48-35). Laso dio descanso a Campazzó y el Valencia Basket movió piezas desde el banquillo para intentar revertir la situación y la fórmula funcionó. Bajo la dirección de Van Rossom, Loyd y Marinkovic afinaron su punto de mira, mientras que Labeyrie aportó un gran trabajo los aros lo que poco a poco propició sumar un parcial 4-14 que abrió de nuevo el encuentro (52-49). Con las fuerzas equilibradas, los taronja consiguieron llegar con sus opciones intactas en el ecuador del duelo (56-52).

Faltó remachar tras el descanso

El partido se puso al rojo vivo tras el paso por los vestuarios. El Real Madrid apeló al factor de Tavares para romper por dentro, pero el Valencia Basket no se descompuso y con un descomunal desgaste defensivo fue poco a poco recortando su desventaja para lograr ponerse por delante en el electrónico, situación que no se daba desde los primeros segundos (65-69). El conjunto de Ponsarnau adoleció de letalidad en los últimos compases del tercer cuarto para abrir algo más la brecha de dudas que se instauraban en un Real Madrid más errático. De la mano de Campazzo, el conjunto blanco se recuperó para girar de nuevo el electrónico y llegar con todo abierto a los últimos diez minutos (74-71).

El Valencia Basket intentó igualar la intensidad de un Real Madrid al límite de lo legan el defensa. Aunque los madridistas ampliaron ligeramente si ventaja de nuevo con Tavares como referencias (78-73), los taronja demostraron una enorme fortaleza mental para hilvanar un excelente 0-9 que le llevó a impulsarse en un trabajo colectivo inconmensurable (78-82). Dos triples de Randolph levantaron al Real Madrid, el cuadro de Ponsarnau aguantó estas embestidas al límite ya de las fuerzas (90-89). Una antideportiva discutible a Doornekamp a punto estuvo de desconcertar a los valencianos aunque no fue así. Sin embargo la falta de acierto a la hora de la verdad y la calidad de Campazzo decantaron definitivamente la balanza en un encuentro que pone el grupo al rojo vivo.