Cuando el Real Madrid recibía un nuevo golpe de realidad en Europa, perdiendo por dos goles como castigo a sus errores defensivos con el doblete de Marcus Thuram, la figura de Casemiro emergió como salvadora. El brasileño puso cura a la falta de gol madridista con una asistencia a Benzema en el minuto 87 y un tanto salvador en el 93 que levantó al equipo de Zidane de la lona. El tanto que da una vida extra a un equipo obligado a mejorar si quiere, al menos, acceder a los cuartos de final. Con una derrota, el equipo de Zidane se habría complicado mucho la clasificación.