La brillante victoria del pasado martes en el Palau Blaugrana ante el Barça con la Liga Endesa como escenario tuvo un rápido contrapunto. Un jarro de agua fría en toda regla dos días más tarde en la Euroliga ante el Alba Berlín. El equipo «taronja» tiene esta tarde un nuevo examen liguero en el l Fernando Martín de Fuenlabrada donde el equipo de Jaume Ponsarnau, al contrario de lo sucedido en La Fonteta hace menos de 48 horas, tiene prohibido ‘regalar’ más victorias. En Fuenlabrada, además de las opciones de clasificación para la Copa del Rey, hay en juego muchas más cosas. Para empezar una regularidad que, a estas alturas del curso, empieza a ser obligada.

«En nuestra cabeza está prepararnos para enfrentarnos contra un equipo que tiene jugadores muy buenos y en buscar la fórmula para encontrar la energía, la concentración y la mentalidad necesarias para jugar ese tercer partido de la semana que hasta ahora no hemos sido muy buenos jugándolo», admitió el técnico Jaume Ponsarnau.

A nadie escapa que recuperarse del desgaste físico del que será su tercer partido en cinco días será una de las claves. Es por ello que será decisivo frenar la capacidad ofensiva del equipo madrileño, que es el cuarto mejor ataque de la Liga Endesa y que desde la llegada de Javier Juárez al banquillo anota 87,2 puntos de media por encuentro. Recordemos que el conjunto valenciano comienza esta jornada 13 en la undécima posición de la Liga Endesa con un 5-6 en la clasificación, apenas una victoria más que su rival de hoy.

El Fuenlabrada vuelve a competir dos semanas después de su último compromiso oficial, el que perdió en la pista del UCAM Murcia por 84-81 y que rompió una racha de cuatro victorias en cinco partidos desde el relevo en el banquillo. De hecho, tras comenzar 0-5, el balance de los madrileños desde el cambio de entrenador es de 4-2 y +45, lo que le convertiría en el séptimo mejor equipo de la Liga Endesa en ese tramo de seis encuentros. Pero el cambio no ha llegado solo en el banquillo, ya que la plantilla fuenlabreña ha sufrido grandes modificaciones desde el inicio de temporada. El último movimiento, la salida de Oliver Stevic –ahora en el Gran Canaria– y la llegada del pívot canadiense Kyle Alexander. Lo que ha sido una constante es la productividad ofensiva de un equipo que tiene en sus filas al mejor anotador del torneo, el base Melo Trimble, con una media de 20,3 puntos por partido.