Ante el desafío de superar la erosión física y el golpe anímico

El Levante regresó ayer al trabajo con caras largas como no podía ser de otro modo, pero no hay tiempo para lamentaciones porque mañana tiene cita en Anoeta y no se puede permitir el lujo de renunciar a nada. A nadie se le escapa que al equipo le ha pasado factura el desgaste físico de ir superando eliminatorias e ir acumulando partidos entre semana más allá de que algunos de los habituales en la competición del KO no hayan sido los de LaLiga.

En los deseos y casi obligaciones del equipo a corto plazo aparecen nombres propios como los de Melero, Postigo y Campaña, que ayer estuvieron ejercitándose de forma conjunta en la ciudad deportiva de Buñol, aunque todavía al margen del grupo. Son las tres ausencias que ahora mismo tiene el grupo junto a Radoja, pero a ellos hay que añadir a un Vukcevic que tras su problema lumbar anda falta de ritmo; un Bardhi que reapareció casi en tiempo récord para la Copa; un Malsa que de momento resiste; y a un Rober Pier que ante el Athletic tuvo que ser sustituido por molestias físicas.